La Casa Vieja / Luis Alfredo Silva
La Casa Vieja, Sabor y Tradición, es un restaurante que esta ubicado en las calles Juan León Mera y Eduardo Samaniego, en la ciudad de Patate, provincia de Tungurahua, ocupando una casa tradicional, construida con ladrillo, vigas de madera y teja; es fácil identificarla, por su enorme rótulo que esta en todo lo alto de la antigua casa.
Se ingresa por un amplio portón de madera, cubierto de brillantes tejas, se sube unas pocas gradas y se llega a un sector adornado con macetas que contienen plantas ornamentales y coloridas flores; junto esta una mesa con un parasol, que da sombra a quienes quieren almorzar en el lugar.
Camina unos pasos más y encuentra las áreas verdes, a las que se arriba por precioso corredor, cubierto de vistosas flores de bugambillas, sostenidas por una estructura de hierro, que lo limita y da cabida a numerosas macetas que muestran atractivas flores como anturios, geranios, cucardas, helechos, cáctus y otras pintorescas plantas.
En ese sorprendente espacio, estan atrayentes jardines, una pequeña glorieta, con mesa y sillas, para comer al aire libre, rodeado de un apacible ambiente. También existen juegos infantiles, columpios, hamacas, una cancha de césped para jugar ecuavoley, un huerto de mandarinas y una casita edificada sobre las gruesas ramas de un viejo y robusto árbol de aguacate; que contribuye a dar un toque especial al encantador sector, donde se vive momentos inolvidables.
En las paredes, que encierran esa señorea! casona, estan escritas las siguientes frases «Bienvenidos a este espacio de encanto natural, donde encontrarán paz y tranquilidad». «La naturaleza brinda oxígeno al alma». «La naturaleza siempre lleva los colores del espíritu».
El resturante ocupa varias salas, iluminadas naturalmente mediante ventanales, en las que se observan ordenadas mesas y sillas, sobre un limpio piso de madera, donde se almuerza lo que usted escoja de dos menús. Nosotros seleccionamos entrada, unas ricas bonitícas con guacamole; sopa, un delicioso sancocho; plato fuerte, un apetitoso tallarín con pollo, con una porción de arroz, ensalada, aguacate y una taja crocante de pan; postre, torta de zanahoria y jugo, de tomate de árbol.
El último fin de semana visitamos La Casa Vieja, para saborear un suculento almuerzo y pasar instantes en ese pequeño mundo lleno de vida y matices encantadores. Los patateños, han logrado transformar su tierra, de clima agradablemente calido, en jardín y huerto. Nuestros saludos a «La Ciudad de la Eterna Primavera», San Cristóbal de Patate, que el próximo 13 de Septiembre, cumple un año más de su cantonización. (O)