Nuestros pensamientos generan nuestro sentimientos /Edison Naráez Z.
Estimados lectores, uno de los grandes problemas de nuestra época es que quienes nos educan, nos guían y nos gobiernan, son personas obedientes de un sistema que se ha preocupado más de nuestros sentimientos que de nuestros pensamientos. Nunca nos enseñaron a pensar.
Nunca nos dijeron que la mente controla el cuerpo, y que el cuerpo es una expresión de la mente. Evidentemente, el problema es que las personas no entendemos el funcionamiento de la Mente, creemos que el tema es únicamente para psiquiatras, y la verdad es que hace mucho tiempo que el tema dejo de ser un tabú.
La mente es un conjunto de actividades cognitivas; pero normalmente confundimos la concepción de cerebro y mente. El cerebro es un órgano que se encuentra en la cavidad craneal y presenta una gran cantidad de neuronas (células del sistema nervioso); la Mente en cambio emerge del cerebro como consecuencia del funcionamiento de este órgano.
La Mente se compone de dos partes: La Mente Consciente y la Mente Subconsciente, nuestra Mente Consciente es nuestra Mente Pensante y nuestra Mente Subconsciente es nuestra Mente Emocional, en nuestra Mente Pensante podemos elegir nuestros pensamientos, y nuestros pensamientos generan nuestros sentimientos con los cuales realizamos nuestras acciones. Dicho de otra manera si tenemos pensamientos negativos, nuestras emociones pasarán del pesimismo a la preocupación, del desánimo a la ira, de la inseguridad a la depresión.
Nuestro sistema educativo y social nos ha condicionado a recoger la información del entorno a través de nuestros sentidos (ver, oler, escuchar, gustar, tocar), pero no nos enseñaron a desarrollar nuestras facultades intelectuales.
Nuestras facultades intelectuales residen en nuestra Mente Consciente (Imaginación, Razón, Percepción, Voluntad, Memoria, Intuición). Cuando utilizamos apropiadamente estas Facultades Intelectuales podemos controlar nuestros pensamientos y por tanto nuestros sentimientos.
La Mente del ser humano es muy poderosa y por ello descarta los pensamientos que no son importantes, o que no son congruentes con nuestras creencias.
Si no estás satisfecho con lo que tienes, entonces intenta cambiar tus pensamientos por las cosas que deseas y no pienses en las cosas que no deseas.
Cuando tus pensamientos coinciden con tu deseo. ¡Te sientes bien1…Tus emociones pasan de la satisfacción a la expectativa, de anhelo a la alegría… Pero cuando tus pensamientos no coinciden con tu deseo o si prestas atención a la ausencia de lo deseado ¡Te sientes mal!. (O)