Nuevos horizontes
El loco logró ganar. Contra todo pronóstico y contra toda la opinión pública hasta que llegó a la segunda vuelta. Milei venció y hoy será proclamado Presidente de la Argentina, ni más ni menos. La fuerza de la personalidad o el cansancio de lo mismo y el deseo de algo nuevo, no lo sabremos, pero en el gran coloso del Sur han cambiado las cosas. Un político sin estructura ni capacidad de cortejar electores con prebendas gubernamentales venció al peronismo y a las estructuras tradicionales.
Es cierto que Macri sumó para la victoria final pero el mérito es entero de Milei. De calzarse una motosierra y mover su alocada melena con patillas que asemejan a las de los próceres. De ese personaje que volcó todo y que ahora tiene la difícil tarea de gobernar un país quebrado y acostumbrado a no enfrentar sus problemas.
El cambio se ve hasta en los asistentes a su posesión. Se junta toda la centroderecha internacional y quizás de ellos solo faltará Trump. Se respira algo nuevo y novedoso que deberá rendir y entregar soluciones. ¿Podrá concretarse la dolarización y la tan cacareada reducción del obeso Estado argentino? ¿Cómo se enfrentará Milei a los poderosos gremios y sindicatos, a lo que él llama casta?
Su éxito, de darse, permitirá alejar algún tiempo al peronismo del poder y enrumbar a la Argentina hacia algo mejor. Confieso que hace algún tiempo fui un gran seguidor de Milei, pero sus exabruptos y sus manías me hicieron perderle un poco la confianza. Su historia personal es trágica y drástica y eso siempre influye en las personas que pueden revelar su personalidad con el poder. El poder no cambia a las personas, solo revela toda la dimensión de su ser. Ojalá mis dudas, que son las de muchos, sean infundadas y su gestión transforme y cambie una sociedad que no aguanta más. En donde tener un dólar es un lujo y progresar se quedó solo en verbo. (O)