Orar por la Paz / Editorial
La actual situación de nuestra Patria es, sumamente, compleja por la serie de hechos anómalos, que vienen desde hace tiempo, agravados durante los últimos años. A la crisis moral, social, económica y política heredada del gobierno anterior, se suma, en las últimas semanas, la acción criminal de los disidentes de las farc que pretenden imponer en Ecuador sus pretensiones.
El domingo anterior la Iglesia Católica reunió, en los templos de varias ciudades del país, a millares de personas para orar por la paz en estos momentos de angustia colectiva. Se pudo apreciar la fervorosa actitud de todos los asistentes que consideran que la oración sentida y profunda es un medio eficaz para alcanzar los objetivos que se buscan.
No cabe la menor duda de que el pueblo ecuatoriano, en su inmensa mayoría, es creyente en Dios y en los principios que emanan de El, el amor, el perdón, la fe, la paz, el respeto a los valores morales y espirituales.
Lo que queda anotado es el aporte popular más el respaldo a las acertadas decisiones oficiales. El narcotráfico no se acaba con la captura del “Guacho” y algunos de sus secuaces, la arremetida continuará con más fuerza. Frente a esta situación, es urgente que el Presidente Moreno actúe, con celeridad, organizando los frentes interno y externo con personas especializadas en cada área, no con improvisados ni en seguridad ni en relaciones exteriores, como ha sucedido antes y sucede ahora. Ha llegado la hora decisiva de atender el clamor popular con acciones convincentes. (O)