Orejas y vuelta al ruedo
El viernes hubo festejo doble. En Latacunga y en la calle Piedrahíta en Quito. En la primera triunfó Andrés Roca Rey y en la segunda el nuevo Presidente, Daniel Noboa Azín. Consiguió con astucia e inteligencia en el Pleno legislativo una mayoría de 128 votos para elegir al nuevo y merecido Presidente de la Asamblea, Henry Kronfle, y hasta 130 votos para elegir al resto de autoridades del Parlamento. Algo inédito en nuestra democracia.
Este resultado alentador de que sí se puede hacer una política de mayorías habla de cómo entiende la dinámica democrática el nuevo gobierno. Alejándose de los odios y de los extremos que tanto daño le han hecho al Ecuador últimamente. Con pragmatismo y con seriedad. Teniendo muy claros los objetivos para solucionar problemas y no parar crear otros innecesarios.
Pero lo mejor de todo esto es saber que por fin ha llegado un Primer Mandatario que no se va a dejar mandar ni condicionar por cierta prensa activista, mentirosa y nefasta que ventila solo sus odios y protege los intereses de oscuros y tenebrosos mecenas. Desde hace semanas empezaron su campaña de acoso a Noboa amenazándole si hablaba con uno u otro grupo político, pensando que iba a sucumbir a ellos como sí lo hizo Lasso en mayo del 2021. El objetivo era el mismo: guiar los acuerdos y controlar la narrativa de todo el gobierno, como lo hicieron con Lasso. Porque lamentablemente eso vivimos estos años de su gobierno. Funcionarios que gobernaban pendientes del Twitter y de dos y tres radios que pontificaban lo que se debía hacer.
Esa fue la receta del fracaso y por eso el gobierno sale por la puerta chica. Solo y odiado por todos. Intentando desesperadamente que se tropiece el siguiente para que no se crea que fueron malos sino solo que las circunstancias son así.
Por eso la gran faena se aplaude. Que eso sirva para que las cosas finalmente se hagan y los resultados lleguen prematuros. (O)