Pandemia del desempleo / Editorial
Si bien el tema de los cortes de luz suena repetitivo, lastimosamente, los ecuatorianos, así como la ciudadanía ambateña, siente un ambiente pesado en el ámbito comercial. Las ventas no despuntan, sobre todo, en negocios céntricos que, al no tener energía, cierran en horas de la mañana sin poder trabajar de una manera normal, cortando su ritmo de trabajo.
La preocupación de industriales es evidente. No se diga el desempleo que sigue proliferando, ya que, pequeñas y medianas industrias, están ajustando su economía para poder subsistir, lo cual ha desencadenado en despidos de trabajadores por situaciones lamentables desde hace cuatro años, donde la dinámica laboral ha sido puesta en jaque por aspectos ajenos al rendimiento empresarial.
Es lamentable la situación que está pasando el país, ya que, la economía se contrae cada mes y la esperanza de una mejoría, en cuanto a la estabilidad laboral, todavía está en el limbo, dada la crisis energética, entre otros aspectos.
Ya no estamos viviendo una pandemia de salud, sino una pandemia de desempleo que crece a manera acelerada, donde la informalidad en las calles aumenta; la lucha por sobrevivir es evidente cada día, más aún por la falta de recursos energéticos. (O)