Perros callejeros atacan a ganado en Quinchicoto

Ciudad
Ángel Mayorga, socio de la Asociación Agropecuaria Hermano Miguel de Quinchicoto. (Foto El Heraldo)

Alrededor de nueve terneros fueron agredidos por manada de perros que son abandonados de otros lugares en la parroquia Quinchicoto de Tisaleo, informó Raúl Padilla Sánchez, presidente del GAD Parroquial.

El presidente mediante oficio dio a conocer el problema que están afrontando las familias que se dedican al cuidado de ganado vacuno y que actualmente son perjudicados por los canes.

Ángel Mayorga, socio de la Asociación Agropecuaria Hermano Miguel de Quinchicoto, dijo que en estos días los vecinos perdieron seis terneros, porque atacan en las noches.

Manifestó que también las asociaciones de Bellavista, El Calvario, El Chilco y Mocha alto están afectadas con la presencia de los perros callejeros.

Ante ello, realizan patrullas nocturnas y duermen cuidando al ganado en los terrenos para que no sean devorados por los perros. Dijo que ahora tienen dos amenazas los que se dedican al cuatrerismo robándose el ganado y los perros.

Se estima que existen entre 15 a 20 perros callejeros que han proliferado, porque hasta las propiedades privadas llegan personas desconocidas por turismo, pero en realidad están dejando a los animales domésticos abandonados por el cerro Puñalica, explicó.

Para prevenir los habitantes construyen controles y no van a permitir que sigan movilizándose personas sospechosas por el sector y se les revisará lo que llevan, informó.

Se requiere que los organismos de protección de animales y autoridades intervengan.
Comentó que una familia que fue a cambiar al ganado en el pasto se encontró con los perros que quisieron atacarlos y el riesgo es mayor si causan daño a las personas.
Manifestó que en Bellavista devoraron crías de ganado de lidia, caballos, borregos y cerdos.

El vocal del Gobierno Parroquial Wilson Freire dijo que existe preocupación, porque los habitantes no duermen tranquilos, los perros se esconden por el páramo y las quebradas.

Es un peligro para los niños que van a los terrenos a mudar al ganado. (I)

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