Persecución frustró robo de supermercado
Cuando el reloj marcaba las 03:20 horas, del domingo 26 de mayo, el silencio de la ciudad fue roto por el ruido de un intento de robo en un supermercado, ubicado en la intersección de las calles Pichincha e Incas.
Lo que comenzó como una noche común y corriente para los oficiales del Circuito San Antonio se transformó rápidamente en una intensa y emocionante persecución que mantuvo a todos en vilo. Los oficiales, en cumplimiento de sus funciones patrullaban por la avenida Pichincha cuando sus miradas se fijaron en una camioneta blanca sospechosamente estacionada frente al supermercado. Los ocupantes del automotor al percatarse de la presencia policial, reaccionaron de inmediato: tres figuras encapuchadas y vestidas de negro, posiblemente armadas, se apresuraron a subirse al vehículo y comenzaron a huir a toda velocidad.
Sin tiempo que perder, los agentes iniciaron una persecución a gran velocidad. La camioneta avanzaba con furia por las calles de Ambato, mientras los oficiales, con uso progresivo de la fuerza, realizaron tres disparos de advertencia con la esperanza de detener la huida. La tensión era palpable. Cada segundo contaba en esta carrera contra el crimen.
A la altura de las calles Los Incas y Capac Yupanqui, la camioneta sospechosa perdió el control y se inestabilizó. En medio del caos, una caja negra cayó del balde del vehículo. Los delincuentes, al percatarse de la complicada situación, continuaron su fuga, desapareciendo en la noche con su camioneta de mayor cilindrada, dejando atrás un rastro de incertidumbre.
De regreso en el supermercado, los agentes entrevistaron a un guardia de seguridad de 27 años de edad. Él relató cómo, a las 01:35 horas, había enviado un reporte sobre la falta de fluido eléctrico en el local, asegurando que todo estaba en orden antes del incidente.
La administradora general, junto con el administrador, se sumaron a la escena. En un esfuerzo conjunto, revisaron los bultos de yute que los ladrones habían preparado para llevarse. Para su alivio, todo el dinero y los objetos de valor seguían allí, a salvo y sin tocar.
Gracias a la rápida intervención de la Policía Nacional, se recuperó una suma de 7.000 dólares en efectivo, una caja fuerte con su contenido intacto y toda la mercadería que los delincuentes habían preparado para sustraer. La acción eficaz y oportuna de los oficiales impidió lo que pudo haber sido un robo significativo. (I)