Persecución política o aplicación de la Ley / Editorial
En el gobierno anterior -que metió la mano en la justicia, según propia declaración del entonces Presidente de la República- fueron cometidos muchos abusos en contra de los ecuatorianos. Los atropellos a los derechos de la gente por haber formulado alguna crítica, por haber realizado alguna denuncia de corrupción eran de todos los días. Las sabatinas fueron el escenario para el escarnio, la ofensa, la burla y la orden para que se inicie la investigación que se cumplía de inmediato.
En la actualidad, cuando ha surgido un cambio en la administración pública, con el respeto a la independencia de las diversas Funciones del Estado, cuando el pueblo ecuatoriano, en forma mayoritaria, aprobó las preguntas de la consulta popular, ha comenzado a destaparse esa olla de presión llena de tanta corrupción represada durante la administración correísta.
Los autores intelectuales y materiales de los atracos a los fondos públicos, a través de coimas, sobreprecios, obras mal contratadas, inconclusas y de mala calidad, son descubiertos, investigados y algunos sentenciados y en prisión. Otros se encuentran enredados y pronto serán investigados y enjuiciados.
Todos los implicados en estos graves ilícitos hablan de que son perseguidos políticos, que no han cometido delito alguno. Muy pronto han perdido la memoria y pretenden ignorar el eslogan correísta de “prohibido olvidar”. Se trata simplemente de la aplicación de la Ley para que brille la Justicia. Los ecuatorianos ya podemos confiar en Fiscales y en Jueces y esperamos no ser defraudados. (O)