Politiquería en redes sociales
En agosto Ecuador atravesará un proceso electoral con una excesiva participación de candidatos, lo cual confirma lo expresado por Voltaire: “debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo”. El propósito del presente artículo no es polemizar si un candidato está preparado o no, sin embargo las estrategias de campaña utilizadas merecen ser analizadas. La era digital permite que en estas elecciones anticipadas todos los ciudadanos expresen sus pensamientos desde su realidad y en consecuencia se evidencia una división gigantesca en el electorado de un territorio tan pequeño.
Es importante recalcar que la libertad de expresión está protegida por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, pero es inaudito que por la idiosincrasia de un país en donde muchos profesan amor y empatía al prójimo, tristemente ese escenario utópico se ha convertido en un ingenuo discurso de domingo. Porque en la actualidad las redes sociales son una cloaca de insultos y epítetos desagradables contra las personas que piensan diferente. Sobran dudas, ¿la estrategia es dividir? o ¿la ciudadanía ya estaba dividida por diferentes variables sociológicas? Cada quien concluirá la respuesta con base en sus creencias, no obstante el electorado es un excelente caldo de cultivo para asesores políticos, que aprovechan lo que ya existía en el pensar y actuar de cada persona.
La pandemia y recientes desastres naturales han dejado duras lecciones a Ecuador, entre ellas la comprensión y solidaridad con los semejantes. Irónicamente la gente no ha aprendido nada y desde su egoísmo ofende a quien piensa diferente, en varias ocasiones de forma cobarde detrás de perfiles de redes sociales que destilan odio e improperios.
Es anhelo de todo ecuatoriano un país unido y respetuoso de la libertad de pensamiento como principio fundamental de una sociedad. “Cuando el poder del amor venza al amor por el poder, el mundo conocerá la paz” (J. Hendrix).