Por poco la dejan sin trabajo

Ana Martínez desde el 2018 es vigilante seguro. La calle Quito entre avenida Cevallos y Sucre, es su lugar de concentración y su horario de trabajo era desde las 07:30 horas hasta las 16:00 horas de lunes a viernes. Sin embargo, desde hace cinco meses mantiene una ‘pugna’-dijo- con una persona extranjera.

Ana explicó que se ausentó del trabajo por varios meses, primero por atender su salud, ya que debe operarse una de las piernas; y otra porque su padre se enfermó. No avisó a los directivos de los ‘Vigilantes Seguros’, pero en cambio le encargó el puesto de  trabajo al extranjero, ya que se ganó la amistad de la mujer de 41 años de edad.

“Al ver que no tenía trabajo le enseñé las responsabilidades que debíamos cumplir y antes de ausentarme le había manifestado que él podía trabajar desde las 16:00 horas que ya me alzaba. Cuando tuve que realizarme los chequeos médicos le encargué el puesto de trabajo y le dije que hasta que yo  me reintegre podía laborar en mi horario. Mi ausencia se extendió y cuando pude regresar me encontré con la sorpresa que ya no quería cumplir el trato y casi me deja sin trabajo”, contó la mujer.

Agregó que el caso lo pusieron en conocimiento al presidente de la agrupación, Rommel Jarrín, y al llegar al acuerdo le dejaron hasta las 14:00. Ana expresó que solo quiere que se respete su horario de faena.

Ella, como ‘Vigilante Seguro’ se encarga de limpiar la calle  que cuida, observar que no estén delincuentes merodeando e incluso ayuda a los comerciantes o habitantes del sector cuando quieren de algún mandado.

De su parte, Rommel Jarrín, expresó que los vigilantes deben reportar a la directiva de las ausencias. En el caso de la persona extranjera, dijo que también lo trataron de ayudar con soluciones que no afecten a las dos personas, por eso se dividió el horario de trabajo. “La intención no es dejar sin el labor a ninguno de los dos, porque todos necesitan”, dijo Jarrín. (I)