¿Por qué a los extraterrestres les duele la cabeza? / Mario Fernando Barona
Para ser objetivos, debemos empezar aclarando que no sabemos si la tengan, y si la tienen no sabemos dónde, de qué tamaño, forma ni si aloja un cerebro como en nuestro caso, exceptuando, claro, los inevitables ‘cabeza-huecas’ que siempre pululan por allí. Para ser franco, ni siquiera sabemos si los extraterrestres en verdad existen.
Pero si existieran, como en lo personal no lo dudo, la respuesta al titular tendría que ver con nuestro comportamiento. Sí, nosotros seríamos la causa de sus infernales migrañas. Con tantos méritos diarios que hacemos por compungirlos no se me hace difícil ver a uno de estos marcianitos verdes sentado en su platillo volador sobándose la frente, con las cejas levantadas (si las tuvieren), cabeza gacha (también si la tuvieren) y exclamando un lastimero ¡Ayyy no, otra vez! enseguida de lo cual apretaría los labios, negaría con la cabeza (ya empiezo a suponer que es muy necesario que la tengan) y con su mano apuntando hacia el planeta le diría a su congénere de al lado: ¡ya no tienen componte!
Si este es el caso, la verdad, me compadezco de los pobres extraterrestres que tendrían que lidiar con un sinfín de estupideces, fanatismos, boberías, crueldades y faltas de sentido común de nosotros los terrícolas, lo cual haría que obviamente padezcan de permanentes e intensos dolores de cabeza. He aquí algunas de las causas: océanos inundados de basura y desperdicios; brutal contaminación por la quema de combustible fósil; armar guerras y matar gente por absolutamente ninguna razón justificable; premiar al victimario y condenar a la víctima; sentirnos consciente, gustosa y placenteramente representados por políticos corruptos; despreciar la honestidad y la decencia; los terraplanistas; los antivacunas; los inclusivos diciendo ‘todes’; etc.
¿Será acaso por todo esto y mucho más que los extraterrestres han decidido todavía no presentarse abiertamente ante el mundo? ¿Será que prefieren mantener el anonimato porque frente a tanto despropósito saben que aún no estamos preparados? ¿Querrán tal vez esperar unos cuantos siglos hasta que maduremos un poco más como humanidad? No lo sé. Lo cierto es que con o sin extraterrestres a muchos de nosotros sí nos provoca jaqueca saber que hay ‘cabeza-huecas’ que hacen alarde de sus torpezas, lo cual incide directamente en nuestro papel evolutivo como conglomerado humano.
La buena noticia es que el siguiente paso hacia adelante de toda la humanidad depende en gran medida del pequeño pero ejemplar paso que usted dé ahora mismo, lo cual, a fin de cuentas, significa dotarles de un poderoso analgésico para los dolores de cabeza de los extraterrestres. (O)