POR UN ECUADOR QUE SE SUPERA 

Columnistas

El grupo de los que quieren a las fuerzas armadas y policía nacional fuera de las calles y de las cárceles; acuarteladas, jugando voley y haciéndose de la vista gorda frente a los problemas nacionales, está claramente identificado. 

Convive en tumulto, agazapado, esperando el momento de dar el zarpazo, apenas si separado por la delgada línea de la ironía y la desvergüenza. 

Son conocidos… Son los de siemprey su propuesta de caotizar el país no ha variado, porque intentan nuevamente con mentiras y mal ejemplo, acceder al voto ilusionado de gente buena que terminará -una vez más- avergonzada por dejarse engañar. 

Y es que no se trata solo de derechas e izquierdas. Se trata de honestidad y cumplimiento. Se trata de mirar la vida con optimismo para no dejarse someter por la desidia, de cara a ejemplos -territorialmente- cercanos que así lo demuestran.

Ciertamente, vencer las dificultades es esencial para crecer y avanzar. 

Los obstáculos, aunque desafiantes, son también oportunidades para fortalecer nuestro carácter, adquirir nuevas habilidades y descubrir nuestro verdadero potencial. Con determinación, paciencia y una mentalidad resiliente, cada dificultad puede transformarse en un peldaño hacia el éxito.

Y cuando la normativa constitucional o legal resulta impertinente o insuficiente para guiar la conducta de los ciudadanos, es necesario tomar medidas que busquen un equilibrio entre la legitimidad del sistema jurídico y las necesidades de la sociedad. 

Por eso, respetando como el que más aquellos criterios diferentes y que de ninguna forma comparto, abiertamente insisto en que la única opción de cambio y solución definitiva de las crisis económica, energética, de seguridad, salud, desarrollo y trabajo que estamos llamados a superar, sigue siendo y no es otra, que el presidente Daniel Noboa Azín y sus candidatos nacionales y provinciales a la asamblea legislativa. 

El respaldo ciudadano, entonces, debe ser con el voto en plancha (TODO 7) si en verdad queremos un mundo mejor para todos los ecuatorianos y nuestras familias. 

Los ilusionismos fantasiosos y las amenazas con «el regreso del lobo y sus secuaces«, no son otra cosa que anhelos y frustraciones de ese grupo extremista que busca dañar la sociedad ecuatoriana, para perennizarse en el terror, mientras se apropia otra vez de la riqueza nacional y empobrece a los demás. 

SEAMOS PILAS los SIETE días de la semana y, el próximo domingo 9 de febrero votemos a la segura por las LISTAS 7 para garantizar una existencia de paz y progreso a nuestros hijos y nietos. 

¡NO MÁS NARCOVIOLENCIA, CRÍMENES Y SICARIATOS! 

¡NO MÁS ATRACOS A FONDOS PÚBLICOS Y CORRUPCIÓN! 

Vivamos la fiesta democrática electoral en paz y traslademos ese sentimiento de seguridad y tranquilidad a nuestros hogares. 

La decisión está en buenas manos.  ¡Está en nuestras manos!  VOTEMOS 7. 

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