Primera vez, muertos sin familiares en cementerios
La pandemia ha forzado cambios en todos los órdenes e incluso en dejar de visitar a los muertos en el dos de noviembre como fue tradición por generaciones, ya que por bioseguridad las familias debieron abstenerse en esa fecha y llegar con sus muestras de cariño pese a ser el día propio de la recordación del Día de los Difuntos.
Entre las medidas del COE se solicitó a las autoridades cerrar los Campos Santos por prevención en cuanto a contagios; sin embargo, los familiares necesitaron algunas alternativas para canalizar sus sentimientos hacia los seres queridos que partieron hacia el más allá, dejando recuerdos imborrables.
Frente a esa realidad, la Iglesia Católica sugirió a los feligreses colocar pequeños altares en sus hogares para orar por sus seres queridos. Otra de las opciones fueron las celebraciones litúrgicas que fueron transmitidas por redes sociales; así como, el rezo del Santo Rosario donde las plegarias se canalizaron hacia el eterno descanso de las almas.
Algunos feligreses también optaron por asistir a las iglesias donde se desarrollaron eucaristías con aforo limitado, y también llegaron a los templos solamente para elevar sus plegarias por pocos minutos la Todopoderoso en recordación a sus seres queridos.
Monseñor Giovanny Pazmiño, obispo de la Diócesis de Ambato, dijo que la Iglesia invita a orar y en esta época especial por los difuntos, sugirió esta plegaria diciendo: “Desde lo hondo a ti grito Señor y escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. Si llevas cuenta de los delitos Señor, quien podrá desistir, pero de ti procede el perdón y así infunde respeto”.
El obispo diocesano continuó al decir: “Mi alma espera en el Señor su palabra, y mi alma guarda al Señor más que el centinela a la aurora, porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa y él redimirá a Israel de todos sus delitos. Concédeles Señor el descanso eterno”. (I)