Protagonismo de la Conferencia Episcopal/ Fabricio Dávila

Columnistas, Opinión


El 13 de junio, los representantes de las organizaciones indígenas y campesinas más importantes del país y los delegados del Ejecutivo se dieron la mano y de esta forma concluyó el último paro nacional. El acuerdo fue posible gracias a la mediación de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE).

La CEE es una entidad que funciona para brindar un servicio de animación y orientación a las jurisdicciones eclesiásticas. Esencialmente, es una asamblea de obispos, que se reúne con regularidad para colaborar en asuntos de interés común.

La mediación de la Iglesia católica en situaciones problemáticas no es nueva. Históricamente, ha intervenido para buscar soluciones pacíficas en conflictos pequeños y grandes. En 1978, el Papa Juan Pablo II realizó un llamado a la paz, en presencia de los embajadores de Chile y Argentina, ante el inminente conflicto armado por la posesión de las islas ubicadas al sur del Canal de Beagle. El fruto de esta intervención se vio el 29 de noviembre de 1984, cuando se firmó el Tratado de Paz y Amistad, que aún sigue vigente.

En Colombia, la Fundación para la Reconciliación, liderada por el sacerdote Leonel Narváez logró que en el 2012 las FARC y el entonces presidente, Juan Manuel Santos inicien mesas de negociación para lograr los acuerdos de paz.  Situaciones de este tipo se han producido en todo el mundo a lo largo de la historia.

En el contexto ecuatoriano, la Iglesia católica tuvo participación, junto con las Naciones Unidas, en el acuerdo que terminó con las movilizaciones del 2019 y en el último paro, la mediación directa de la CEE permitió que el gobierno del presidente Guillermo Lasso y los líderes indígenas alcanzaran un acuerdo el para poner fin a las protestas que tuvieron sitiadas varias ciudades por 18 días.

La Iglesia católica es la institución de más respeto y credibilidad en Ecuador. La empresa Click Report, el 2021 presentó un estudio, según el cual, el que el 73,8 % de la población confía en Iglesia. Esta cifra es alentadora frente a otras instituciones como las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, la Fiscalía, la Función Judicial, la Asamblea Nacional, etc. que obtuvieron un apoyo menor . Esto representa un enorme compromiso frente a la sociedad. El trabajo no termina con el acuerdo de paz. Existen situaciones siguen poniendo en riesgo la unidad y la paz nacional.

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