Proyecto social con educación alternativa
En las instalaciones donde trabaja la Fundación Don Bosco (frente al parque 12 de Noviembre) asisten 160 niños donde han encontrado el espacio de amor que los acoge para que reciban refuerzo escolar, alimentación y servicios personalizados para su mejor desarrollo.
Rosa Vera pertenece a las Hermanas Murialdinas de San José que trabajan con la Fundación Don Bosco, y explicó que el trabajo es arduo para atender a 160 niños que son hijos de comerciantes autónomos (informales) o de las personas que laboran en los mercados.
Se mantiene el convenio con el Gadma para cubrir parte de los sueldos de los profesionales que brindan sus conocimientos a este grupo de atención vulnerable, así como, se mantienen los enlaces con la UTA, como con el voluntariado de Austria y Alemania, pero aún así, no es suficiente y, se necesita del apoyo de la sociedad en su conjunto con donativos de alimentos, o materiales didácticos y más, sostuvo Rosa Vera. (I)