PUGNA DE PODERES/ Mauricio Calle Naranjo
Controversia tras controversia suscitan cada semana en el escenario político del país. Por un lado, el Ejecutivo trata de apagar los incendios que la Asamblea enciende en sus audaces investigaciones. Mientras tanto el movimiento indígena actúa estratégicamente tirando la pelotita a terceros, y esperando el momento oportuno. Y si fuera poco, tenemos a un Consejo de la Judicatura que nombró a nuevos directores provinciales como panacea al paupérrimo sistema de justicia que protege al Ecuador. Un terreno empantano y con ineficiente comunicación, porque un día dicen que un logro ha sido terminar con el déficit, y al siguiente día informan que faltan mil millones para cubrir el presupuesto del 2023.
La contienda política, tiene pinta de farándula de canal basura. Ver y escuchar a los inmiscuidos causa repulsión en la sociedad intelectual y consciente. Porque no se puede ocultar el sufrir del pueblo, que poco a poco, decide emigrar al perder las esperanzas en su país. Ciudadanos que caen en la depresión y no logran llevar un pan a la mesa, extorsionados por las mafias o en paro debido a la falta de oportunidades. Cualquier razón es válida, y más aún cuando hay hambre por saciar.
John Steinbeck, señaló “el poder no corrompe, el miedo corrompe, tal vez el miedo a perder el poder”. Esta frase, queda corroborada en el contexto actual y causa impotencia en el colectivo al ver que mientras las bancadas se pelean, el pueblo adoctrinado cava su propia tumba, y en la oscuridad de su féretro no puede divisar un futuro próspero y lleno de abundancia como el eslogan del candidato favorito. Cuántas generaciones y años deberán pasar, donde el electorado elija representantes con sabiduría y que estos trabajen en pro del pueblo y no peleen entre sí, para beneficiarse y servirse del poder. “Allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno ni reinará la concordia (Platón)”.