Quien proponga desdolarizar
Cada vez que se acercan las campañas políticas presidenciales, es común escuchar a algunos candidatos que no están de acuerdo con la dolarización y ofrecer recetas mágicas para salir supuestamente sin traumas de ella. La primera inquietud que surge del tema es si ya llevamos 23 años de este esquema monetario y habiendo pasado siete presidentes de la República, porque ninguno se atrevió a salir de este modelo, incluso aquellos que recitaban en sus discursos que era lo peor, una mala decisión, empero cuando estuvieron en el poder no se atrevieron a hacerlo. Segundo, como hará el proponente para cambiar de esquema monetario con cualquier otro nombre de moneda, que nos diga al 90 % de ecuatorianos que estamos totalmente de acuerdo con este sistema, de donde se sacara 76.563 millones de dólares que al momento tiene por liquidez monetaria nuestra economía en dólares americanos para retirar de circulación esa cifra y entregarnos otra moneda física o virtual equivalente a esos dólares.
Tercero, Usted estaría de acuerdo que de la noche a la mañana de manera súbita le obliguen a que su saldo de cuentas de ahorros, corrientes, de inversiones en pólizas de acumulación se cambien por otra divisa diferente. Que con una simple operación matemática sus activos de los negocios, talleres, empresas, emprendimientos u otros amanezcan contablemente expresados en otra moneda o cuasi moneda. Que su patrimonio, casas, autos, bienes muebles e inmuebles ya no se valores en dólares americanos sino en otra denominación o que al vender deba cotizar con otro nombre de moneda y hasta con otra valoración diferente a lo que se cuantifica ahora en dólares de los Estados Unidos de América, solo para citar algunas interrogantes que surgen cuando los mesías, ungidos, especialistas, salvadores, proponen hacerlo.
Al momento se encuentran circulando 19.200 millones de USD en billetes, 87 millones en monedas, 10.700 millones en depósitos en entidades financieras y 46.800 millones en cuasidinero (cuentas de ahorro, corrientes, pólizas, etc), sin contar con que el país produce anualmente 120.000 millones de dólares como parte de su PIB, por tanto, tratar de desdolarizar la economía o implantar un sistema nuevo, es por decirlo sutilmente, casi imposible. Como si esto fuera poco también debería suceder otras cosas simultaneas, como por ejemplo que haya retiros masivos de dinero de clientes y socios de entidades financieras y guarden o saquen del país, que no llegue nada de inversión extranjera o que nuestro migrantes que están en el exterior no envíen nada de remesas a sus familiares, en resumen, que nos caiga las siete plagas y nos llegue la tormenta perfecta. En resumen, analice fríamente y no se deje engañar ni asustar por criterios sin sustento técnico. (O)