Quiero ser maestro X / Washington Montaño
Varios grupos de docentes, posan alegres para la foto, abrazados, felices con el documento en la mano. Uno de ellos se dirige a su grupo e impera con su voz la atención: a ver, a ver todos atentos mirando al pajarito, digan: “maestro” y automáticamente en coro, enseñando los dientes y ensayando su mejor sonrisa, repiten “maestro”; los clicks de las cámaras y flashes que se disparan inundan el ambiente y la algarabía regresa a la amena y motivada conversación.
Y no es para menos, fue el mismísimo Presidente de la República a solemnizar el acto de entrega de los “Nombramientos” a los 11.800 docentes que ganaron “una plaza” en el magisterio fiscal. Muchos de ellos manifiestan que fue un camino difícil, porque muchos tuvieron que luchar para recobrar la elegibilidad que perdieron por lo extenso del proceso y a sabiendas que la elegibilidad duraba solo dos años, los datos de la prensa hablan que alrededor de 8.830 docentes recuperaron este derecho, lo cual es bueno porque se hace justicia.
Maestro, es una palabra de gran calibre que solo debe asentarse en la mente, en el corazón y en las manos de quienes sienten esa inclinación, porque su tarea se ve reflejada en la dura formación de quienes tengan la suerte de estar en sus manos. Pero no es palabra para quienes ingresan por una necesidad creada por quienes pensaron que la educación se puede manejar como hacienda, dictando leyes con reglamentos inconexos porque creyeron tontamente que se puede administrar con decretos. Nuestra educación está hecha pedazos.
Ya están adentro, que esa alegría se convierta en una herramienta para tomar este trabajo como un apostolado, de entrega sin tiempo ni espacio a una conscripción cívica con vicios y virtudes, llena de espacios para el crecimiento personal, profesional, social; que son primos hermanos de un salario que no les va a hacer ricos, aunque trabajen toda la vida; y, que casualmente por este es el comienza la desazón de ser docente.
Lindas las palabras, bonito se oye el discurso desde el asiento y con el papel tan esperado. ¡Por fin, ya tengo mi trabajo fijo nañita! ¡Si mija tantos años de vivir en este desconcierto y como contratados, que nos mandan de un lado a otro y no poder siquiera reclamar por el maltrato, Gracias Diosito! Y se consuelan con un abrazo de fraternidad.
Pero como tiene su tinte político, el discurso sostiene que, si antes se entregan máximo de tres a cuatro mil acciones de personal, hoy, este gobierno entrega nombramientos a doce mil docentes y según la Ministra del ramo, esta acción busca “Revalorizar la actividad docente” y califica a este acontecimiento como “histórico”.
Desde cuando acá las obligaciones de los gobiernos de turno, con la educación y la salud, vengan del partido político que sean, son históricos. El gobierno anterior y el actual están en deuda larga con el magisterio, porque no han recategorizado como es debido, como consecuencia los aumentos salariales no existen y ahora pretenden quitar parte de este magro salario con un descabellado proyecto, no es justo. Ahora es cuando deben asomar la Red de Maestros, Vanguardia del Magisterio que está ocupando la casa del maestro y que fungen de miembros de la UNE, sin haber sido elegidos, para que reclamen por este abuso.
“El docente encuentra el espacio para enseñar, el profesor enseña su sabiduría a los alumnos, pero el maestro moldea mente, alma y cuerpo del ser para su propio bien y de la sociedad”. (O)