Quitapenas, bebida mortal / Fabricio Dávila Espinoza
En los últimos días, el número de víctimas por el consumo de alcohol metílico, se incrementó de forma preocupante. El metanol es un tipo de alcohol de uso industrial y automotriz no-apto para el consumo humano. Paradójicamente, el Quitapenas, nombre comercial de uno de los aguardientes contaminados, es el más letal.
Esta situación provocó la respuesta del gobierno. Los operativos realizados por la Policía Nacional y la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria han servido para decomisar más de 5 mil litros de la bebida tóxica.
La alerta se activó el 26 de octubre. Hasta la fecha, el Ministerio de Salud Pública, contabiliza más de una veintena de personas fallecidas por intoxicación, cerca de 11 personas están en cuidados intensivos y en total hay más de 70 personas han sido afectadas, específicamente, en las provincias de Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas.
Las bebidas alcohólicas que se elaboran para el consumo humano de forma artesanal, tienen una alta probabilidad de ser contaminadas con productos congenéricos del etanol, debido a la falta de buenas prácticas de manufactura y la carente aplicación de normas control de calidad en la distribución.
Ante la alerta, las autoridades de control y salud piden a la ciudadanía colaborar, evitando la ingesta de cualquier licor que lleve en su etiqueta la marca Quitapenas, aunque, debería evitarse todo tipo de bebida artesanal que no cuente con los permisos respectivos. El metanol, aunque sea en pocas cantidades, produce cefalea, gastritis, embriaguez, náuseas y vómito. Los síntomas incluyen una resaca prolongada y visión borrosa.
Una situación parecida obligó a decretar ley seca en el 2011, cuando una intoxicación por alcohol contaminado con metanol, produjo 21 muertes en cinco provincias del Ecuador. También, en 2105, al menos 17 personas murieron intoxicadas con alcohol contaminado con sustancias químicas nocivas para la salud humana. No obstante, seguimos tropezando con la misma piedra.
Las «puntas», como se conoce genéricamente a las bebidas alcohólicas artesanales registran alto consumo en la Costa y Sierra. Estos licores “quitapenas” son apetecidos, entre otras cosas, por su bajo precio en el mercado. Pero, lo barato suele salir caro y puede costar la vida o traer problemas irreversibles. La ceguera, por ejemplo.
Las autoridades deben intensificar los operativos de control, como parte de su trabajo. Sin embargo, la población debería tomar conciencia, que las bebidas alcohólicas, por una cosa o por otra, siempre pueden convertirse en una bebida mortal.