Reclaman restos de sus familiares
Hace ocho días Claudia Criollo Valencia logró retornar al cementerio de Huachi Chico. Llevaba flores para los nichos donde reposan los cuerpos de su esposo y madre, pero se llevó una inesperada sorpresa cuando llegó a la bóveda de su progenitora, sepultada hace 25 años. Descubrió que sus nombres ya no estaban en el sitio que compraron cuando falleció, y al preguntar qué ocurrió, simplemente le dijeron que los restos fueron exhumados y trasladados en fundas hasta una fosa común.
La sorpresa se convirtió en indignación para la mujer, quien aseguró que nunca fue notificada de tal decisión. “No vinimos casi dos años al cementerio por la pandemia, porque a más que mi familia enfermó, también estaba prohibido ingresar. Ahora me dicen que los restos de mi mamá están en una fosa común. Esto parece un negociado. No respetaron que tenemos el documento que nos avala la propiedad. Ni en el camposanto les dejan descansar en paz”, expresó la afectada.
Claudia se preparaba a limpiar la bóveda de su progenitora Erlinda y recordarla para Finados, después que se permitió nuevamente regresar a las necrópolis.
Julio Acosta es otro de los sorprendidos. Ayer fue nuevamente a buscar entre los escombros de varios nichos, para encontrar el de su madre María Bermúdez quien murió en el 2.000. Mencionó que hace ocho días se enteró que el cuerpo de su progenitora fue exhumado. “Esto me parece una profanación. Nunca nos hicieron conocer. También tenemos el título de propiedad del nicho y no podían haber vendido a otra persona. Esto es un abuso de confianza”, manifestó Acosta. (I)