Reformas al código orgánico monetario y financiero / Ec. Diego Proaño PhD (c)

Columnistas, Opinión

Más allá del requerimiento del Fondo Monetario Internacional FMI por blindar a la dolarización, cómo por ser un requisito previo al tercer desembolso por 450 millones de dólares al gobierno nacional por parte del multilateral, las reformas deberían ser una urgencia nacional de todos los ecuatorianos, por las implicaciones positivas que esto significa para la economía. Lo que llama la atención es que, habiendo devuelto al ejecutivo el Consejo de Administración legislativa CAL de la Asamblea Nacional, el proyecto de reformas, por no cumplir con los requisitos para ser calificado previo al envío a la comisión de Desarrollo Económico, el gobierno nacional a pesar de solicitar que sea tratado con el carácter de económico urgente, está tardando mucho tiempo en solucionar la observación y remitir nuevamente a la Asamblea.

Los tres temas delicados por analizar en estas reformas se refieren a la Conformación del Directorio del Banco Central del Ecuador, para que este sea a tiempo completo, muy técnico elegidos de manera democrática y con representatividad de los sectores involucrados, al momento su designación se la hace directamente desde el ejecutivo en su totalidad, por lo cual pierde tecnicismo e independencia en la toma de decisiones, esa inconsistencia y sesgo se pudo evidenciar en el directorio del BCE en el anterior gobierno que, cuando el Ministerio de Economía ponía bonos del Estado en el mercado, de inmediato el directorio aprobaba su inversión, indistinto del riesgo que esto significaba. 

El segundo motivo por el cual se debe reformar el código, es porque también sucede lo mismo en el Directorio de la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera, conformado por los superintendentes de bancos y economía popular y solidaria, varios ministros y representantes del Presidente de la República, todos designados desde Carondelet, por lo cual las decisiones de este directorio se someten a las directrices del ejecutivo, sin que haya participación técnica de las instituciones financieras, peor de los clientes y socios de estas. Hay que indicar que entre las resoluciones de la Junta de política monetaria, está la fijación de tasas de interés vigentes en el mercado, al momento en algunos casos son de usura, llegan a la friolera cifra de 30%.

Finalmente porque en más de una ocasión el gobierno anterior ha tomado parte de las reservas de liquidez del BCE, para financiarse, cuando el Banco Central es el banco de todos los bancos, no del régimen, además esos recursos que toma no son del Banco Central, sino de los depositantes privados que dejamos recursos en bancos privados y llegan al BCE por concepto de encaje, es decir se ha tomado recurso privados, para fondear al gobierno anterior. Estas inconsistencias nada técnicas han permitido que desde 2007 hasta 2017, se haya descapitalizado el ex emisor en 3542 millones de dólares por compra de bonos del Estado, mas 1491 millones de USD por inversiones en banca pública, totalizando 5033 millones menos en el patrimonio del Banco Central, por ello hoy algunos bancos privados contablemente son más solventes que el banco de bancos. (O)

ANALISTA ECONÓMICO – ASESOR EMPRESARIAL

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