Renovación de la corte constitucional

Ayer, 11 de marzo de 2025, Ecuador ha sido testigo de un proceso fundamental para la salud de su democracia: la renovación parcial de la Corte Constitucional. Este evento garantiza la continuidad y la independencia de la máxima instancia de control constitucional en el país.
El proceso de renovación se llevó a cabo mediante un sorteo público. En este sorteo participaron los seis jueces con mayor antigüedad en la Corte: Alí Lozada Prado, Carmen Corral Ponce, Karla Andrade Quevedo, Enrique Herrería Bonnet, Teresa Nuques Martínez y Daniela Salazar Marín. De ellos, los tres seleccionados para concluir sus funciones fueron Carmen Corral Ponce, Enrique Herrería Bonnet y Daniela Salazar Marín. Los jueces salientes tenían una ligera inclinación conservadora.
La salida de estos magistrados abre paso a la incorporación de Claudia Salgado, José Terán y Jorge Benavides, quienes fueron designados como nuevos jueces de la Corte Constitucional tras un riguroso proceso de selección. Estos profesionales asumieron sus cargos luego de obtener las mejores calificaciones en el concurso público de méritos y oposición, destacándose por su trayectoria y compromiso con la justicia constitucional.
Este mecanismo de renovación por tercios, implementado cada tres años, busca mantener un equilibrio entre la experiencia y la renovación en la Corte Constitucional. La alternancia de sus miembros permite la incorporación de nuevas perspectivas y enfoques, fortaleciendo así la interpretación y aplicación de la Constitución en beneficio de la ciudadanía.
La Corte Constitucional desempeña un papel crucial en la protección de los derechos fundamentales y en la garantía del orden constitucional. Su independencia y capacidad para actuar sin presiones externas son esenciales para el equilibrio de poderes y la democracia en Ecuador. La renovación parcial de sus miembros, realizada de manera ordenada y transparente, es una señal positiva de la madurez institucional del país.
Es fundamental que los nuevos jueces asuman su rol con responsabilidad, imparcialidad y compromiso con los principios constitucionales. La sociedad ecuatoriana deposita en ellos la confianza de velar por el respeto a la Constitución y la protección de sus derechos. Su labor será determinante para enfrentar los desafíos actuales y futuros que puedan surgir en el ámbito jurídico y social.
En conclusión, la renovación parcial de la Corte Constitucional realizada hoy es un paso significativo en el fortalecimiento de la democracia y el estado de derecho en Ecuador. La transparencia del proceso y la calidad de los nuevos magistrados auguran una gestión comprometida con la justicia y la equidad, pilares fundamentales para el desarrollo y bienestar de la nación. (O)