Renovada política internacional / Editorial
Después de la década perdida de la revolución ciudadana, que consumó una serie acciones nefastas en el ámbito internacional, con cancilleres sectarios y sin experiencia, inclusive con el narcotráfico perpetrado con la valija diplomática -que llenó de vergüenza a los ecuatorianos- se ha logrado implantar una política internacional digna que responde a la aspiración ciudadana.
Se respira en el país aires de tranquilidad en las relaciones internacionales y de inversión seria en varias áreas de la actividad económica que, lastimosamente, retardan en concretarse por problemas sociales y económicos internos que no logran aun resolverse, por la crisis moral, social, política y económica que dejó instaurada el correísmo.
Ecuador ha expuesto ya su posición democrática frente a los problemas continentales, particularmente, frente a las sanguinarias dictaduras que han aparecido en naciones hermanas, cuyos pueblos son víctimas de toda clase de atropellos, de abusos y de excesos de poder, que carecen de todo.
Ecuador no envió delegación para la posesión ilegítima del dictador Maduro; suscribió la condena de la OEA a esta nefasta ilegitimidad consumada en la Patria de Bolívar. Es oportuno que el Gobierno nacional se sume al Grupo de Lima para ejercer presión política , a través de la Doctrina “ROLDOS” y de la Carta de Intención, que contienen sanciones políticas severas; de esta manera se respetaría la Soberanía.
Dejar al pueblo venezolano a que resuelva el problema es una utopía; está sojuzgado al máximo que no puede pronunciarse libremente, so pena de recibir condenas infamantes. (O)