Resiliencia para el 2025

Columnistas

Tomando en cuenta que un año más de vida es un gran regalo divino, un privilegiado
permiso de estadía, debemos empezar el 2025 con ese deseo profundo y enorme de
mejorar o de cambiar, pues hoy no lo dejemos escapar porque no todos los días lo
sentiremos, reunamos todas las fuerzas y toda esa ilusión para comenzar un mejor año
de vida.
El futuro lo construimos en el día a día de nuestro presente, mediante nuestras palabras
y acciones, que, si las fortalecemos y las hacemos conscientes, creativas y constructivas,
veremos que somos dueños de nuestro destino, pues la vida no es casualidad, sino
causalidad, no es “suerte”, es sacrificio, disciplina, voluntad y perseverancia, Los
obstáculos y las caídas son sólo situaciones para aprender y superarlos, que la seguridad
y la confianza superen al miedo y a las culpas. Me gusta un dicho caribeño que dice:
“Siempre pa’ adelante, pa’ atrás ni pa’ impulso”.
Cada uno de nosotros tenemos algo que contar, algo que queremos olvidar, que al
recordar ya no nos haga daño, quizás pasamos por una desgracia o un evento
desgarrador que nos produjo rencor y de éste tal vez lastimamos a alguien. La vida no es
perfecta, son sólo lecciones que Dios nos ofrece día tras día, lo más importante es saber
superar nuestras desgracias y si logramos ver a través de los ojos de Él diremos: ¡No me
resignaré, quiero una vida mejor, quiero luchar, quiero volver a empezar!
La vida sólo hay tres maneras distintas de vivirla: como esclavitud, como resignación o
como una misión cargada de pasión y convicción llena de desafíos. Cada uno de
nosotros es el resultado de lo que pensamos: si pensamos que el mundo es un infierno,
lo será, si pensamos que este mundo es un gran argumento, una gran razón para el
cambio radical positivo, lo será. El inicio de un nuevo año es el momento para reunir las
fuerzas para comenzar el mejor año de la vida, en el trabajo, la familia y en nosotros
mismos.
Salvando las enfermedades mentales de la conducta y del comportamiento, genéticas
y/o ambientales, cada uno elige la vida que quiere para su futuro, el que hace bien las
cosas con perseverancia, sacrificio y voluntad no tendrá más tarde que arrepentirse, pues
se dice que la mejor forma de predecir el futuro es creándolo. Lo que verdaderamente
debe preocuparnos es ¿Cómo estoy aprovechando mi vida?, ¿Cuáles son mis
prioridades?, ¿Cuáles son los valores que presiden mis acciones?
Nuestra capacidad de adaptarnos a situaciones difíciles o perturbadoras será lo que
marque la diferencia. Nuestro sentido de lucha con esperanza nos hará que formemos
parte de la llamada libre elección natural y de la ley del más fuerte. De nosotros va a
depender que pongamos o no un granito de arena para que este cáncer que hoy sufre
nuestro país llamado tristemente narcoestado sea extirpado. Pues los hechos nos van
demostrando que los disfrazados de revolucionarios de hace pocos años se han
adueñado de buena parte de Centro y Sudamérica y son los tiranos de hoy. ¡Feliz año
de corazón a todos!

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