Restauración de ecosistemas
A escala nacional, el MAATE liderará un proceso sistematizado de restauración de ecosistemas afectados por incendios forestales.
Entre enero a septiembre, los incendios forestales registrados en varios puntos de Ecuador, asociados a un marcado déficit de lluvias, en comparación con los valores registrados en años anteriores, han afectado a más de 39.700 hectáreas de cobertura vegetal.
Durante este periodo, en todo el país, se han registrado 3.497 incendios forestales. En el Distrito Metropolitano de Quito, entre julio y lo que va de septiembre, se han contabilizado 314 incendios forestales y 1.823 quemas de desechos.
En la última semana, del 23 al 27 de septiembre, el cuerpo de bomberos de la ciudad atendió 12 incendios forestales y 91 quemas de desechos.
El cambio climático ha traído consecuencias para Ecuador y otros países de la región. Déficit hídrico, sequías prolongadas e incendios forestales, en su mayoría provocados e identificados en varios puntos del país, generan rechazo e indignación en la opinión pública.
En respuesta a esta última premisa y con base a las manifestaciones ciudadanas de comenzar a recuperar las zonas donde el fuego arrasó con especies de flora y fauna, el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, a escala nacional, liderará un proceso sistematizado de restauración ecológica de ecosistemas.
Con base al procedimiento técnico, las acciones de restauración deben arrancar cuando el fuego haya sido sofocado totalmente y una vez que el suelo se haya enfriado, esto en un lapso no menor a 30 días.
Durante las próximas tres semanas, será necesario levantar un diagnóstico y cuantificación del área afectada, a fin de que, en los tres meses posteriores, inicie el proceso de restauración, incluye labores de preparación del suelo, estabilización de taludes, selección de especies nativas, logística y la coordinación de equipos de trabajo.
Al cabo de un mes de haber plantado las especies, serán necesarias tareas de monitoreo y mantenimiento constantes para asegurar la sobrevivencia de las plántulas o arbustos. Luego, cada dos meses, corresponde evaluar el crecimiento de la zona reforestada y confirmar la erradicación de especies invasoras.
Finalmente, seis meses después de la reforestación, se constatará el crecimiento de las plantas en la zona condicionada. (I)