Rito funerario, otro de los contagiados graves
Quito, (EFE).- El rito funerario, que en América Latina se llena de historia y arte en panteones patrimoniales y cementerios de pueblos milenarios, también ha sufrido las consecuencias del brutal contagio del coronavirus en el mundo.
La imposibilidad de realizar las honras fúnebres a los cuerpos de fallecidos por la COVID-19, porque es preferible cremarlos que enterrarlos, motivó una rigurosa discusión académica en Ecuador organizada por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural y la Red Ecuatoriana de Cultura Funeraria.
«Cuerpos, Pandemia y Muerte: la ritualidad funeraria en tiempos de crisis», fue el conversatorio de dos días que concluyó este miércoles y que contó con la participación de académicos ecuatorianos y la periodista e investigadora argentina Verónica Meo Laos.
El encuentro no sólo pasó revista a la situación de letalidad de la pandemia, sino también intentó dar explicaciones a preguntas fundamentales sobre los efectos psicológicos de una pandemia que no da tregua.
En el conversatorio, la argentina Meo Laos expuso sobre su obra «Funebria», una performance ideada por la autora, que recogió relatos de cementerios y los puso en una escena en los mismos camposantos.
Contó que en su propuesta, ella camina con su rostro pintado por los caminos del cementerio contando los relatos de los deudos, mientras se interpretan temas instrumentales y dos melodías populares: «Samba para la viuda» y «La llorona».
Esta presentación tiene un solo objetivo: contar las historias pero «sin herir el dolor de los demás». (I)