Rugido metálico termina la calma

La intersección de las calles Remigio Crespo y Manuelita Sáenz, un cruce habitual para estudiantes y transeúntes cerca de la Universidad Católica, se convirtió en el escenario de un choque que paralizó el tiempo, ayer.
Un camión de carga, se vio envuelto en un incidente. El estruendo resonó en las calles, un eco metálico que despertó la alarma entre los testigos. El camión se vio atrapado en accidente cuyas consecuencias pudieron haber sido devastadoras.
Los agentes de tránsito llegaron al lugar para desentrañar el misterio de este encuentro violento. Afortunadamente, el destino mostró su lado más benevolente. No hubo heridos graves, solo almas sacudidas y cuerpos magullados por el susto.
Pero el susto dejó una marca imborrable en el aire. La imagen del camión, su mole de metal convertida en protagonista de un incidente que pudo haber sido fatal, se grabó en la memoria de quienes presenciaron el choque. (I)