Rumbo a la cumbre del Tsunantza / Luis Alfredo Silva Zambrano

La parroquia Juan Benigno Vela, del cantón Ambato, ubicada a 3.100 metros, sobre el nivel del mar, es el punto de partida de una buena caminata, para llegar a la cumbre de la colina, llamada Tsunantza.

Se comienza el recorrido, siguiendo un camino, rumbo al sur, bordeado de varios cultivos, árboles de eucalipto y plantas silvestres, para llegar al caserío Cochapungo. Se sigue al occidente, cruza varias acéquias y luego de algunos minutos,se arriba al caserío Cuatro Esquinas.

El relieve es irregular, existen pequeñas elevaciones y depresiones, por donde drenan las aguas lluvias. Continúa por un sendero, al sur, y llega a la comunidad de Angahuana, que se encuentra en un amplio altiplano.

Desde Angahuana, comienza la zona montañosa, de ahí se observa claramente el Tsunantza, caracterizado por su forma de campana, laderas poco inclinadas y una cima redondeada, con una vegetación, constituída por árboles de eucalipto, altos y delgados, casi han desaparecido los cultivos, para dar paso a plantas silvestres.

Se asciende, por el lado norte del Tsunantza, entre abundantes pajonales, plantas herbáceas como la ñagcha, de intensas flores amarillas, la genciana, con flores de color lila y las verdes y húmedas plantas de esterillas y almohadones.

Conforme se asciende, se siente los estragos de la altura. En algunas ocasiones se produce una liguera guarúa, “esta guashando el cerro”, dicen los nativos, cuando eso se produce; se cree que se debe a que algunas personas, han llegado por primera vez a la montaña.

Se continúa subiendo y se llega a una especie de terraza, se imagina que ha llegado a la cumbre, pero no es así, la montaña engaña, caminamos un poco más y una nuena desilución. Unos doscientos metros más de ascenso y se llega ala cumbre, que culmina a los 3.750 metros de altitud.

Desde la cima, se tiene una vista hermosa inolvidable; una impresionante meseta, con un fabuloso entorno, bordeada de maravillosas montañas que originan un deslumbrante horizonte, y un verde encantador ambiente andino. (O)