Ruta de atención, cuarta edición

Carrusel
La ruta de prevención contra la violencia de la mujer es uno de los instrumentos que permite la difusión del protocolo de atención en las diferentes instituciones. (Foto ilustrativa El Heraldo) 
 

El Centro de Formación Ciudadana de Tungurahua (CFCT) se convierte en uno de los pilares en la capacitación de la población tungurahuense. Los temas de género y violencia se incorporan en la planificación y accionar de los técnicos. 

A decir de la técnica del CFCT, Alexandra Baños, la ruta de prevención contra la violencia de la mujer tiene su génesis en el 2017 incluso antes de la promulgación de la Ley de Erradicación de la Violencia contra las Mujeres. 

“El trabajo ha sido articulado y de manera sincrónica con todas las instituciones que conforman el Sistema de Protección de Derechos, consejos y juntas cantonales, Ministerio de Educación, Policía Nacional, Ministerio de Salud, Fiscalía, Unidad Judicial y representantes de la sociedad, tomando en consideración los protocolos institucionales”, indicó.  

Y añadió, “recordemos que la función del Estado es proteger los Derechos Humanos y ese trabajo llevó cuatro meses y pasó momentos de validación de la ruta, es decir se ha cambiado y se ha revisado lo que se debe incorporar o retirar. Al momento se lleva la cuarta edición de la ruta de atención integral”. 

Aclara que, la ruta es herramienta de difusión y conocimiento de los pasos y los tiempos de espera para que conozcan las personas víctimas de violencia.

De igual manera, aclaró que existe incidencia desde el Parlamento Gente, por lo que “esperamos que el control social permita mejorar las respuestas oportunas y sean adecuadas”. 

La ruta de atención integral compromete al sistema de justicia eliminar la impunidad de violencia en niñas y mujeres, por lo pronto se convierte en el componente decisivo para el acceso a la justicia y las personas víctimas de violencia puedan actuar. 

La cuarta edición se fundamentó en metodología basada en varias fases, entre la evaluación y levantamiento de desafíos; análisis del flujograma; revisión de instrumentos legales e incluso “los cuellos de botellas en el sistema”. Posteriormente se cumplió con la actualización que se traduce en el manual técnico de fácil accesos y explicación del camino, información que bajará a territorio para difundir en los diferentes espacios ciudadanos. 

Otro de los momentos tiene que ver con la validación social, el trabajo con los diferentes grupos focales, organizaciones de mujeres, gobiernos parroquiales, Red de Cuidado de Tungurahua. Las acciones conjuntas han permitido alcanzar los objetivos.  (I)

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