Salir de tú zona de confort / Alejandra Sánchez- Psicóloga Clínica
La zona de confort se refiere a los límites subjetivos que una persona ha establecido en su vida, en la cual, las cosas se sienten familiares, bajo control, experimentando bajos niveles de ansiedad, evitando asumir riesgos y garantizando la ausencia de miedo o ansiedad. A pesar de sentirnos seguros dentro de nuestra zona de confort, no es un lugar estimulante, no tenemos retos, ni desafíos; por lo que, podemos llegar a sentirnos vacíos, aburridos con la vida y caer en la apatía o dinámicas relacionadas con la depresión. Vivir dentro de la zona de confort probablemente nos proporciona muchos días tranquilos y nos evita muchos problemas, sin embargo, también nos priva de otras muchas experiencias expansivas, te frena en el proceso de crecimiento personal, ya que se vive en piloto automático y no nos abrimos a las infinitas posibilidades que la vida nos brinda. Al salir de nuestra zona de confort obtenemos varios beneficios:
1. Nos volvemos más fuertes y resilientes. Es normal sentirse inseguro ante el cambio, pero a pesar del miedo, cuando pruebas cosas nuevas, descubrirás que no es gran cosa. El primer paso es empezar a darte cuenta de que lo que te asusta es la incertidumbre. Si te caes de vez en cuando, crecerás como persona. A medida que avance, mirará hacia atrás y se sentirá orgulloso de sí mismo con el tiempo.
2. Te vuelves más
creativo. Salir de tu zona de confort genera creatividad, abre nuevas posibilidades y rompe con la rutina.
3. Incrementa tu confianza. Salir de tu zona de confort y tomar medidas para lograr tus
objetivos afectará positivamente tus creencias de autoeficacia. Al salir de tu zona de confort
y ponerte a prueba, verás cómo aprender ciertas habilidades
aumentará su confianza. La autoeficacia positiva se asocia con pensamientos y expectativas positivas, menos estrés y
ansiedad
Cuando hemos pasado mucho tiempo sin salirnos de esos límites puede parecer difícil, no obstante, podemos empezar con pequeñas acciones diarias.(O)