Santuario del Guayco, alternativa de fe
La fe religiosa está presente en los ecuatorianos. Los templos se conviertan en sitios para ratificar el amor al Todopoderoso. Es así que el cantón Chimbo de la provincia de Bolívar se encuentra el Santuario de la Virgen del Guayco. Visitantes de todas partes llegan para pedir por el bienestar del mundo.
La historia de la iglesia empieza en 1.708 cuando una joven indígena llamada Luz María Chela, quien tenía el encargo de pastar los animales de la familia. Para que pudieran tomar agua recorría la quebrada llamada en quichua Guayco.
Mientras cumplía con esta tarea buscaba recordar las oraciones que había aprendido con los misioneros Franciscanos.
En el Guayco empezó acompañarle una ‘linda Señora’ que le ayudaba a rezar y recordar las enseñanzas recibidas por los misioneros.
En esto pasaba el tiempo y cada vez se retrasaba en retornar a su casa, razón por la cual la mamá comenzó a sospechar que estuvo dedicada a otras actividades.
Un día enojada por los continuos retrasos la golpeó fuerte causándole heridas profundas en la cabeza. Apenas se libró Luz María regresó al Guayco, donde había conversado con la ‘linda señora’, quien le pidió lavarse las heridas con el agua de la quebrada y se curó instantáneamente.
Desde allí y con autorización del obispo de Quito, Pedro Ponce Carrasco, se autorizó al párroco de la Magdalena para que en el Guayco se honrara a la Virgen con el título de Nuestra Señora María Natividad del Guayco.
Inmediatamente se construyó una pequeña Capilla con una Cruz recordando el milagro e iniciándose la devoción a ‘Mama Nati’.
La devoción ha crecido con los años. Hoy en el Santuario están ubicadas placas de agradecimiento por los favores recibidos por ‘Mama Nati’.
Una de las visitantes fue Soledad Sánchez. Resaltó las bendiciones extendidas por ‘Mama Nati’. Además se admiró por el crecimiento que ha tenido la zona que se ha transformado en lugar turístico.
Santiago Valladares fue otro de los creyentes que llegó al Santuario. “Vengo con la convicción de agradecer todo lo que tengo. A más de eso a observar la historia de este sitio santo”, sostuvo. (I)