Se cierra la economía 2020/ Ec. Mg. Diego Proaño PhD (c)
2020 un año para el olvido. Crisis económica desde inicio, pandemia desde el 16 de marzo, contango petrolero (caída del precio del petróleo a valores negativos) el 20 de abril, devaluación del dólar desde octubre, el agua se cotiza en bolsa de valores desde el 16 de diciembre y finalmente, caída de la libertad económica, empleo y finanzas publicas en Ecuador. El mundo vivió un coma económico inducido para contrarrestar los efectos COVID 19 en cada país. Este año la economía global cierra con una caída del 4,4%, con la expectativa de un importante crecimiento de 5,2% en 2021. América Latina tendrá una caída estrepitosa del 8,1% y en 2021 un crecimiento de 3,6% que, de persistir, le permitirá una recuperación a partir del segundo semestre de 2023 y Ecuador con una caída de 9% en 2020 y un crecimiento económico 2021 de 3,1%, que tan solo alcanzara a llegar en 2024 a niveles de inicio de este año, como para pensar en una verdadera recuperación económica, son solo, algunas cifras con que termina este difícil año.
En la parte privada, los sectores más afectados terminaron siendo alojamiento, comidas y hospedaje, comercio, actividades profesionales, construcción y manufactura. En los hogares un desempleo del 7% (más de 500.000 desocupados), subempleo 25% (1.650.000 subempleados) y apenas 32,1% de personas con empleo adecuado. 7.5 millones de ecuatorianos entre pobres y extremadamente pobres y gran parte de la población que ha dejado de pertenecer a la clase media (ingresos entre 500 y 2000 USD) porque perdieron sus trabajos, negocios, ahorros y ahora deben emprender por necesidad en alguna actividad que les de réditos económicos. Por el lado ciudadano, la inseguridad, violencia, femicidios, suicidios, crisis social, corrupción a todo nivel, crisis económica en la seguridad social (IESS, ISSPOL), entre otras cosas son las que nos deje este 2020.
Del lado gubernamental, las cuentas fiscales terminan muy complicadas, una deuda pública de más de 60.000 millones de USD, de los cuales en 2021 deberemos pagar 5.762 millones. Un déficit fiscal 2020 del 8% del PIB, con otro no tan cómodo de 5,4% en 2021, a esto le adherimos que, al iniciar el 2021 comenzara la campaña electoral, entonces el escenario no es muy agradable. Con la llegada de las vacunas para el COVID 19, disminuirán los contagios y por tanto menos muertes y más inmunidad, la economía comenzará a abrirse cada vez más, su dinámica se acelerará para mover los aparatos productivos. La pandemia nos obligó a acelerar el Mundo en 10 años, lo que esperábamos hacer en ese tiempo, debimos hacerlo en 10 meses y ahora con una nueva realidad, nuevas prioridades de todos y nuevos escenarios, lo único es ser resilientes, asertivos, emprendedores e innovadores, para responder de mejor y más rápida manera al nuevo contexto, no queda otra alternativa que poner lo mejor de nosotros en este nuevo año 2021, el de la recuperación. Feliz año nuevo. (O)