SE TERMINA OCTUBRE UNA MIRADA AMBATEÑA
Queridos seguidores debo compartir que este mes ha sido particular, a nivel personal se cumplió
un año mas en mi trayecto de vida, lo que suele profundizar la reflexión sobre la identidad
individual y el sentido filosófico de la trascendencia.
Recuerdo cuando de niño vi crecer nuestra hermosa ciudad de Ambato, hace algunas décadas
nuestra ciudad fue protagonista de argumentos y jornadas por la universidad pública, el debate
en el proceso de intentar un sistema democrático acorde a nuestra diversidad cultural tarea aún
en proceso, los conflictos bélicos en los ochentas y noventas, la visceral disputa partidista con
intereses de grupo disfrazada de ideológica, como no, también vivimos las condiciones del
sistema productivo, financiero, comercial y mundial, expresado en la inmediatez y
experimentación de los gobiernos de turno en deficientes políticas económicas en el tiempo.
Ambato implica las identidades del poder y sus contradicciones, una clase dirigente que ha
tenido problemas en mantener a sus generaciones en la configuración dirigencial, una iglesia
cíclica, con grupos institucionales y cuestionamientos históricos, un comercio activo cada día
pero lejos de la planificación colectiva sacrificando el espacio público por la vorágine del
insensible sistema, nuestras autoridades con sus contradicciones de forma que en el fondo son lo
mismo, la fiscalización se ha invisibilizado a nombre de un paz que ha sido pastoreo.
En este octubre que se va, hemos vuelto a vivir estos temas que por la dinámica cultural festiva
y mitológica heredada de nuestro sincretismo cultural los.
Nuevo proceso electoral y sus parcelas, la crónica mala administración de todos los pisos del
estado, una diversidad cultural que muy cerca no termina de dialogar y unificarse en una
estrategia objetiva, un cambio en el consumo de energía y conectividad, una presencia del viejo
siglo a tres décadas del siglo XXI, un Ambato castigado en las últimas administraciones por el
circuito parroquial, aún por balancear.
Les propongo seguir reflexionando conmigo en este espacio, dar un paso cualitativo mínimo,
pero salto al fin, dejar nuestra cultural circular por la cultura lineal, innovar, crear, asumir la
cultura rebelde por la nueva ambateñidad, critica, pero sobre todo autocrítica, con el método
correcto, la estética, la perfección y reflexión, hagámoslo.
Se va octubre, nos ha enseñado que el movimiento es constante, que debemos asumir el cambio
y la innovación en un menor tiempo, que el compromiso con nuestra ciudad no esta en las flores
sino en conocerla, en su historia, sus limitaciones y necesidades, que nuestra identidad esta por
construirse y que el sol de noviembre debemos lucharla no recibirle.