SEGUIMOS EN LA INGENUIDAD / John Tello Jara

Tan fácil es decir, invierte conmigo y te pago al más alto interés del mercado, te doy una renta que ni los bancos o cooperativas podrán pagarte; seguimos en la ingenuidad? Realmente carecemos de los elementales conocimientos de finanzas o es que la desesperación por conseguir ingresos extras por nuestro dinero promueve esos depósitos.

En estos días vemos las habilidades de “ciertos inversionistas” quienes, por supuesto visten bien, van a buenos sitios, tienen una oratoria extraordinaria cuando de finanzas se trata, capaz de convencer al mismo cuentero de Muisne; les ofrecen duplicar el monto invertido y en algunos casos triplicarlos en uno o dos meses, claro que inicialmente cumplen su palabra para generar tranquilidad a los clientes y que estos digan a otros (amigos o familiares) que por fin encontraron algo seguro.

Ya han llegado a contactarme y cuando les pregunto la forma como generan esos intereses tan altos, me han indicado que invierten en bolsa de valores, a lo que les repregunto, en qué empresa exactamente? y cuanto de renta variable se proyecta?; es que también invertimos en otros países, en oro, en petróleo, metales preciosos, y nuevamente empieza la indagación, a cómo está la onza de oro y cuál ha sido su variación en los últimos meses, para ver si es o no rentable.

No saben, no contestan, ahí desaparecen los eruditos en finanzas, ya que empezamos a preguntar el porqué de las cosas, de donde van a pagar semejante cifra de intereses. Algo parecido debe hacer usted amigo lector cuando le soliciten que inviertan en sus “negocios”, consultar en qué van a invertir y de qué manera se genera el dinero extra.

No hace falta ser un erudito en finanzas o economía, pero debemos estar preparados porque el poder de convencimiento de estos “delincuentes financieros” es asombroso. Si quiere generar renta a su dinero, pruebe con aquellos emprendimientos que se encuentran en apogeo, antes de invertir primero observe que el producto que saca al mercado no infrinja la ley y que tenga demanda, vea a la competencia de ese producto, los procesos tecnológicos nuevos, la mano de obra capacitada, y por supuesto analice el costo de oportunidad de capital, es decir si invierto en el negocio “X” o en bolsa de valores o en una institución financiera, cuál es mi utilidad considerando los riesgos.