Seguimos en tinieblas
Los ecuatorianos estamos atravesando momentos muy complicados a consecuencia de los cambios climáticos, los que nos tienen afrontando una sequía nunca vista en años; por falta de agua en los embalses nos e puede generar la energía eléctrica suficiente y por ende se dan los racionamientos; el gobierno ha anunciado que se aumentan los cortes de energía eléctrica, hay una preocupación, por los miles de empleados, pues, se verán reducidas sus horas de trabajo y por tanto sus ingresos, esa es la orden que ha generado a la industria nacional de desconectarse del sistema eléctrico durante 10 horas diarias por 15 días.
De la misma manera las instituciones del sector eléctrico deben respetar los horarios anunciados, tanto para el inicio de los apagones como para la reconexión del servicio, en el sector donde vivo no cortaron la luz el día lunes en la noche, pero la noche del martes, por cambio de horario, sí, mirábamos tranquilamente el partido Ecuador vs Uruguay, pasó 30 minutos y `blumm´ cortaron la energía eléctrica, fue una terrible molestia, el clima nos está jugando una mala pasada; los horarios deben respetarse, porque los ciudadanos nos organizamos en las actividades según los tiempos previstos. En este contexto, la única solución a corto plazo es que (literalmente) llueva y que se reduzca el consumo. Es realmente patético que en pleno siglo XXI, los gobiernos anteriores no hayan hecho absolutamente nada para evitar los denominados cortes de luz y que un país entero dependa del capricho del clima.
Esta es una medida que deja al desnudo la forma irresponsable en cómo las autoridades están tratando de contener el colapso de la crisis energética, al apuro, sin pensar en las consecuencias nefastas para la economía nacional. Así va el gobierno marchando de manera improvisada, igualito que los anteriores gobiernos, con medidas parches a la espera de que San Pedrito mande agua en abundancia que llueva para ver si se evita un apagón nacional. No es pesimismo; pero es la más clara realidad que estamos viviendo, con delincuencia en pleno auge, sicariatos, terrorismo en una tendencia ascendente, imparable. Ofrecimientos y no poder cumplir con sus promesas podría ser su karma en el futuro electoral. Pensábamos que tenía un verdadero equipo de gobierno; más bien, parecería que es un continuismo de los anteriores y no hay un ministro que brille entre tanta tiniebla. Al actual gobierno todavía le queda un pequeño espacio de tiempo para centrar la brújula y encaminar al país hacia mejores días. La peor decisión que pudo haber tomado es rodearse de sus empleados privados y compañeritos de escuela y el colegio. El país sí tiene gente preparada que puede apoyarlo en lo que desconoce “el Presidente y sus asesores”. Pele el ojo señor presidente Noboa hoy, porque en febrero podría pasarle la factura el pueblo ecuatoriano ya que no nos olvidamos de los ofrecimientos no cumplidos. (O)