Semana de tensión y bajo rendimiento comercial

Ciudad

Las pérdidas son cuantiosas de los negocios situados en los alrededores del centro carcelario. (Foto El Heraldo)


Las alertas se activaron desde el pasado lunes, cuando se registró la huida de dos integrantes de Grupos Delictivos Organizados (GDO) a nivel nacional, causando la toma o apoderamiento de las cárceles del país por parte de las Personas Privadas de Libertad (PPL), entre ellas Tungurahua.

Han sido cinco días llenos de tensión, especialmente de los propietarios de locales o negocios situados en los alrededores del Centro de Privación de Libertad Tungurahua Uno, ya que la tarde del miércoles se registró un amotinamiento por parte de los reos, mismos que empezaron a detonar armas de fuego.

La situación no fue diferente en el centro de la ciudad, donde los negocios empezaron a cerrar a partir del mediodía, sobre todo desde el lunes; pero el martes la situación comercial fue más reducida, ya que del 100% de negocios apenas el 30% abrió sus puertas con las debidas precauciones; sin embargo, a partir de las 17:00 horas, la mayoría decidió cerrar.

“Hemos decidido abrir el negocio, pero estamos atentos ante cualquier movimiento sospechoso. Entendemos a los uniformados, pero también necesitamos que esto se terminé ya. Empezamos a ver pérdidas porque los clientes no llegan o no salen de sus casas por temor”, explicó Marcelo Acosta, propietario de almacén deportivo.

Así se ha registrado la tensión en varios ciudadanos, pese a que las autoridades provinciales aseguraron que la situación de inseguridad en la ciudad y provincia está controlada.

El gobernador de Tungurahua, Santiago Vargas, indicó que ya es potestad de cada propietario de negocios atender a o no, considerando que la Policía Nacional y militares brindan la seguridad respectiva.

De igual forma, el jefe de la Zonal Tres de la Policía Nacional, Renán Miller, señaló que la situación carcelaria está controlada desde los exteriores del lugar, pese a que aún existen guías penitenciarios retenidos.

La cárcel de Ambato se ha mantenido vallada y cerrada sin paso vehicular y peatonal con 300 metros a la redonda. El propósito es que los reos no tengan oportunidad de hacer daño a los ciudadanos, ya que desde lo alto del centro están situados y observado lo que ocurre en los exteriores.

Ante esta situación, los vendedores del Mercado América, espacio que está junto a la cárcel, sacaron sus productos desde la noche del jueves para retomar su feria temporal en la Plaza San Juan de Bellavista.

“Al estar junto a la cárcel estamos en peligro, pero ahora fuimos reubicados y solo esperamos retomar las ventas y el movimiento”, explicó Juan Sánchez, comerciante.

El teniente de Policía, Xavier Peña, jefe del Grupo Motorizado, indicó que los decretos presidenciales facultan la inspección de vehículos, motocicletas ya los ciudadanos.

“Trabajamos al 100% en la Policía Nacional y brindamos seguridad en aquellos espacios donde se realizan actividades comerciales”, explicó. (I)

Deja una respuesta