Sepultados sin rituales
Perder a un ser querido en esta época del coronavirus es un doble dolor que deben enfrentar los familiares, porque están prohibidas las ceremonias fúnebres, espacio en que los allegados se tomaban para darle el último adiós en la intimidad.
En Salasaca, parroquia de Pelileo, un patrullero de la Policía Nacional escoltó a quienes perdieron a dos integrantes de una misma familia para que cumplan con la inmediata inhumación. El infortunado suceso ocurrió el sábado 2 de mayo. El progenitor, Eugenio J., al encontrar a sus dos hijos inconscientes los trasladó de inmediato al Hospital de Pelileo donde ahí solo le confirmaron que habían muerto.
El hombre desconsolado avisó al resto de la familia y a los directivos de la parroquia, quienes llegaron hasta el hospital. Los médicos mencionaron que el deceso de Mishelle de 20 años y de Richard de 24 años de edad, fue por presunta inhalación de monóxido de carbono.
Hasta la casa de salud también acudieron el fiscal de turno David Suárez y personal de la Unidad de Delitos Contra la Vida (Dinased). El progenitor explicó a los servidores policiales que la noche antes (viernes 1) sus hijos encendieron el carbón dentro de la casa con la finalidad de aromatizarla con el aroma del eucalipto y, a su vez, realizar inhalaciones, pero al parecer no apagaron bien la brasa y ese humo fue absorbido por los hermanos mientras dormían. La tarde del sábado fueron sepultados. (I)