SERIE LOS VALORES HUMANOS: FRATERNIDAD Y TOLERANCIA / Patricio Chambers M.

Columnistas, Opinión

Esta vez son los valores de fraternidad y tolerancia los que nos convocan a reflexionar. Ambos distintos pero complementarios, pues cuando se es fraterno también se es tolerante y, cuando somos tolerantes es porque comprendemos el sentido de la fraternidad.

La fraternidad constituye una cualidad indispensable para lograr una buena convivencia entre los seres humanos. Esta palabra se deriva del latín “frater”, que significa hermano y por ello, la fraternidad es en sí hermandad.

Es el primero de los tres grandes principios de la filosofía natural y, nos habla de que todos los seres humanos somos diferentes, pero participamos de una misma esencia y origen, es decir un mismo Padre-Madre y en ese sentido somos sus hijos por tanto hermanos entre nosotros. Ésta es la base de la fraternidad.

De esta manera, formamos una gran familia llamada humanidad y deberíamos tratarnos unos a otros como tal, en el sentido más amplio del valor fraterno.

El tomar conciencia de esta realidad nos invita a que cada uno nos esforcemos por comprender de la mejor manera a los demás, por saber ¿qué les alegra o causa sufrimiento?, ¿por qué actúan de esa forma o por qué se inclinan o se alejan de ciertas cosas.?

Tener comprensión de aquello no significa aceptarlo todo sin más ni más, sino simplemente reconocer sus razones y aprender de esa experiencia. No se trata de buscar ser como los otros, pues cada uno es un individuo y tiene la responsabilidad de llevar de la mejor manera su propia existencia.

En el fondo, cada uno es como el resto de los seres humanos y, como tales hemos superado ciertas limitaciones o creemos haberlo hecho. De cualquier forma, al tener las mismas raíces, anhelamos también las mismas alturas.

Es así como la fraternidad nos permite una sana convivencia más allá de nuestras diferencias culturales, de género, creencias religiosas, posición social o condición económica. El filósofo Jorge A. Livraga decía que, si en algo somos iguales, es en el maravilloso hecho de ser todos distintos.

La fraternidad es un sentimiento de respeto, consideración y afecto mutuo. Permite la existencia armoniosa entre las diversas sociedades en distintas latitudes y, el sentido fraterno de un pueblo lleva a socorrer al necesitado y a condolerse de sus padecimientos, bajo la premisa de que todos los seres humanos, esencialmente somos hermanos.

Si tenemos una clara idea del significado de fraternidad, surgirá naturalmente el sentido de tolerancia hacia los demás, pues esta cualidad se basa en la consideración y valoración de quienes no necesariamente piensan o actúan como nosotros, pero merecen todo nuestro respeto, tiempo y atención.

Es un valor muy importante que se debe inculcar desde la infancia a fin de lograr una buena convivencia. De hecho, los niños son naturalmente tolerantes pues no tienen prejuicios y por ello debemos educarlos para que siempre escuchen y tomen en cuenta otros puntos de vista, así como a ser escuchados por los demás.

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