SERIE ODS: Objetivo No 5 Igualdad de Género / Ing. Patricio Chambers M.
Como parte de esta serie de artículos sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, trataremos esta vez el No. 5 que plantea la igualdad de género, como aquello que debemos alcanzar en las diferentes sociedades y países del planeta.
Este objetivo se sustenta en la Declaración de los Derechos Humanos que en varios de sus enunciados se manifiesta en esta dirección, partiendo del primero de ellos al expresar que: “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos…”; de igual modo en el segundo al hablar de que: “todas las personas somos iguales sea cual sea nuestro origen, etnia, color, sexo…”
En el séptimo se insiste en el hecho de que: “todos somos iguales ante la ley y tenemos, sin distinción, derecho a igual protección de la ley” y a continuación, el octavo hará hincapié en que: “todos tenemos igual derecho a protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.”
De esta manera y como se puede observar, el tema de lograr una equidad en todo sentido es fundamental para un orden social más justo en cualquier región del planeta.
Estudios de Naciones Unidas indican que a pesar de que, por ejemplo, hay más mujeres que nunca en el mercado laboral, también hay grandes desigualdades en algunas regiones, y sistemáticamente en especial a las mujeres se les niegan los mismos derechos laborales que tienen los hombres.
Por otro lado, es innegable la existencia de violencia y explotación sexual, la división desigual del trabajo no remunerado y la discriminación en la toma de decisiones en el ámbito público como grandes obstáculos que aún persisten.
De ahí que este organismo internacional insista en que se ponga fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas no es solo un derecho humano básico, sino que además es crucial para alcanzar un desarrollo sostenible con equidad de género.
Para ello es indispensable “cambiar las relaciones de poder y desafiar los roles de género profundamente arraigados”, lo cual será posible a través de la educación y toma de conciencia colectiva. En cuanto a lo económico, la ONU estima que, a este ritmo tomará 257 años lograr que las mujeres tengan las mismas oportunidades económicas que los hombres.
En este contexto, cabe hacer un alcance a la palabra igualdad, pues si bien en términos de derechos esto es indiscutible, también es importante reconocer la individualidad de las personas y recordar que cada una es una realidad en sí misma, por tanto, más que referirnos a igualdad deberíamos hacerlo como complementariedad.
La idea de que entre el hombre y la mujer existe un enfrentamiento permanente de género, debería desterrarse para en su lugar insertar la noción de complemento; lo cual nos conducirá hacia una sociedad más consolidada y armónica en la que las capacidades de unos y otras constituyan el soporte necesario para el desarrollo integral de los pueblos. (O)