Síndrome Cervico-braquial / Kléver Silva Zaldumbide
El cuello, además de sostener la cabeza, encierra y protege la médula espinal de dónde salen complejas ramificaciones nerviosas que van por todo el brazo hasta la mano. Sus 31músculos en la parte anterior y 26 en la parte posterior forman una enmarañada de vasos sanguíneos importantes ligamentos, tendones, vertebras, discos y más estructuras que le convierte en una zona muy vulnerable si no tenemos conciencia de su cuidado. Es único por su flexibilidad y movilidad,participa prácticamente en todas las actividades de la vida diaria tan frecuentes y corrientes como gesticular, reír, sentarse, levantarse, girarse, concentración de manejo, etc.
El dolor cervical es muy frecuente y se estima que hasta un 80% de la población lo ha padecido alguna vez.
Actualmente con la nueva normalidad que estamos debutando “gracias” a la pandemia de la Covid19, debido a la falta de reglamentación del teletrabajo y por el exceso de tiempo que estamos frente a un computador se ha multiplicado el llamado Síndrome Cervico-braquial que no es sino el mismo dolor localizado en el cuello, pero con irradiación hacia la cabeza, la espalda, los brazos y la mano. El 65% de trabajadores que utilizan teclado de computadora han experimentado síntomas del cuello y sólo el 5% recurre a un médico oportunamente. Los choferes, cirujanos, odontólogos, costureras, etc. Las alteraciones emocionales y las tensiones laborales provocan contractura muscular con dolor, limitación y dificultad para mover el cuello produciéndose una anormal corrección de la curvatura del cuello.
Cabe insistir que por tratarse de un dolor “útil”, tipo “alarma”, es decir que nos está informando que se está deteriorando cada vez más, no será suficiente ni lógico solamente suprimir los dolores con medicamentos “parche”. Se trata de una serie de hechos fisiopatológicos complejos y combinados que edifican un confuso problema haciendo difícil enfrentarse con él con la claridad práctica necesaria. La multiplicidad de factores causales, predisponentes, desencadenantes, compresivos, comprobados sucesivamente por un sinfín de autores, no permiten una eficaz sistematización del problema. Creo, no obstante, que es necesario muchas veces sacrificar un tanto la profundidad para ganar en practicidad frente al enfermo que se desespera por la multiplicidad de molestias como: dolores de cuello, en ráfaga, intermitentes o permanentes, entumecimiento y sensaciones de compresión, de ardor, de calor del hombro, brazo, codo, hasta la mano; dolores tipo quemazón a nivel de la espalda alta, amortiguamientos, pérdida de fuerza y/o limitación de movimientos del brazo afectado, adormecimiento en los dedos de la mano, dolor en la nuca, mareo o náuseas, entre muchas otras molestias.
La exploración clínica con la evaluación neurológica determinará el tratamiento. Las Rx, Tomografías, Resonancia Magnética y más serán esenciales para determinar la causa del dolor para aplicar el tratamiento adecuado. La Acupuntura, la Electroacupuntura y el masaje chino por su acción restauradora analgésica y anti-inflamatoria es uno de los tratamientos rehabilitatorios más oportunos, inofensivos y efectivos que acompañará a la medicación convencional si es del caso. El deterioro podría llegar a ser de tratamiento quirúrgico con el especialista correspondiente. (O)