Sir Gawain y el Caballero Verde/ Martín Sevilla Holguín
El rey Arturo y sus caballeros de la mesa redonda celebraban nochebuena con un gran banquete en Camelot. De repente, irrumpe en la sala un imponente caballero cuya piel y ropa brillan con un verde sobrenatural. Propone un juego mientras provoca a los presentes: “Permitiré al más valiente de aquí que me dé su mejor golpe hoy. Sin embargo, dentro de un año, el caballero deberá recibir el mismo ataque de mi parte”. Sir Gawain, el más joven y orgulloso de todos los caballeros acepta el desafío. Usando el hacha del extraño, le decapita con un limpio corte, pero la celebración dura poco, pues el verde cuerpo se reanima, recupera su cabeza y se marcha riendo, recordando a Gawain de su compromiso.
La aventura de Sir Gawain empieza casi un año después, cuando motivado por honrar su compromiso, emprende el viaje hacia la capilla del Caballero Verde. Se dirige a una muerte segura, armado con el hacha y un escudo adornado por un pentáculo, el símbolo que representa las cinco virtudes del caballero: liberalidad, bondad, castidad, cortesía y justicia. En su travesía enfrenta muchas adversidades, pero días antes de llegar a la capilla, una noble y misteriosa dama le regala una cinta verde. Asegura que la prenda está encantada y usándola, sobrevivirá a su encuentro con el Caballero Verde sin ninguna herida.
Temiendo por su vida y esperanzado por esta supuesta protección, Gawain llega a la capilla con la cinta escondida bajo su ropa. El Caballero Verde le devuelve el golpe y a sorpresa de Gawain, el hacha le hace una herida superficial. El Caballero Verde revela que su juego era una prueba de valor y al esconder la cinta (que en realidad nunca estuvo encantada), Gawain había actuado sin honor. Avergonzado, regresa a Camelot, pero decide no ver a su aventura como un fracaso y toma esta segunda oportunidad como una lección para ser un caballero más virtuoso. Desde ese momento, Gawain y todos los otros caballeros empezaron a usar cintas verdes en sus cuellos, como un recordatorio de vivir con honor y sin miedo a la muerte.