Sistema de justicia

Columnistas, Opinión

El canal de televisión de la Universidad Católica presentó una película sobre el Sistema de Justicia de Estados Unidos, en el cual el jurado compuesto por doce miembros (ciudadanos comunes), encerrados en un salón de la corte, analiza las pruebas presentadas durante el juicio para decidir la culpabilidad o la inocencia del acusado.

Veamos cómo funciona la cosa. En presencia del acusado, de los abogados, acusador y defensor, el juez ordena la entrada de catorce ciudadanos de los cuales serán seleccionados 12 miembros principales del jurado y dos alternantes.

El acusador busca escoger jurados que tengan apariencia severa como para enviar al acusado a la cárcel de por vida sin dudar un instante; quienes no permitan simpatías que interfieran en su juzgamiento crítico; y quienes no consideren la culpabilidad, «más allá de duda razonable» como barrera invencible.

En la otra orilla, el abogado defensor busca jurados de corazón suave, que se impresionen con la posición desespera del defendido; quienes estén horrorizados de que un solo error pueda destruir a un hombre inocente; por consiguiente, toman muy seriamente la frase “culpable más allá de toda duda razonable.”

Terminada la selección, viene el juramento solemne ante el juez de la causa. Cuando toman sus asientos, han dejado de ser simples ciudadanos civiles. Ellos son ahora los jueces de los hechos. El juez es la autoridad exclusiva en cuestiones de ley. Pero es el jurado, siguiendo la guía de la ley, explicada por el juez, el que decidirá la última interrogante: culpable o inocente.

Los miembros del jurado son encerrados con llave en un salón, donde deliberan, discuten, gritan, se contradicen, algunos se ponen bravos cuando no logran consenso para llegar a un veredicto unánime… e irse a sus casas. Si el juez pregunta cómo va la situación y la respuesta del jurado es: «nueve a tres por la inocencia;» el juez ordena que sigan deliberando todo el tiempo necesario (horas, días) hasta lograr unanimidad en la decisión.

La votación nueve a tres del jurado sería suficiente para que el juez dicte sentencia en casos de controversias civiles, casos civiles. Pero los casos criminales en los que la vida y la libertad están involucradas, el veredicto tiene que ser unánime, requisito legal ineludible.

El veredicto de culpable por unanimidad, emitido por el jurado en un caso criminal; más las concepciones agravantes o mitigantes captados por el juez durante el proceso, pesan en la sentencia del juez: pena de muerte, prisión perpetua o prisión por cierto número de años. (O)

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