‘Súper Chiri’, apasionado por el fútbol
Héctor Lautaro Chiriboga, conocido como el ‘Súper Chri’, inició su actividad futbolística en los interescolares en su natal Pifo defendiendo la camiseta de Don Bosco. Sus cualidades bajo el pórtico hicieron que se vincule a las divisiones formativas de Liga de Quito hasta los 16 años de edad para luego ser trasferido a Deportivo Cotopaxi de la Segunda Categoría, donde luego de un año regresó al cuadro ‘Albo’ bajo las órdenes de Héctor Morales.
En la ‘U’ compartió el arco con Adolfo Bolaños, Patricio Gallardo y Fernando Moya. Su mentor en el arco fue Petizo Romaneli en las inferiores y Adolfo Bolaños. Con los ‘Albos’ estuvo hasta 1989 y no logró ningún título nacional. Luego pasó a El Nacional al mando de Carlos Sevilla, donde consiguió su primer título en 1990 y su segundo en 1992.
A los 33 años de edad, cuando estuvo retirado del balompié por un asunto dirigencial, por circunstancias de la vida su hermano conoció a Vinicio Ron, quien le pidió vincular al ‘Super Chiri’ a Macará en 1999, permaneciendo varios años en el club. En la actualidad se desempeña como preparador de arqueros del conjunto celeste. Además, fue parte de la Selección de Ecuador en la Copa América de Argentina en 1987. Iniciando en la sub 20 y preolímpico.
El apodo de ‘Súper Chiri’ nació en la barra ‘Cocodrilos’ de Liga de Liga de Quito, equipo que defendió desde los 12 años de edad. Resaltó que la ‘U’ es su primera casa futbolística y Macará su segunda.
Oficialmente Chiriboga colgó los guantes defendiendo los colores de Tungurahua SC en un partido jugado en Pelileo contra Deportivo Quevedo, donde le marcaron cuatro goles cerca de cumplir cuatro décadas de vida.
La mayor satisfacción que le ha dado el fútbol es estar dentro de la cancha y jugar, en lo personal lo económico pasa a segundo plano cuando uno hace lo que le gusta, sostuvo. Además, el futbol le ha permitido conocer toda Sudamérica.
Al ‘Súper Chiri’ siempre le gustó utilizar la camiseta con el número 1, ya que considera que otros números, como el 12 son para los suplentes. Nunca coleccionó los guantes ni buzos, pues los regalaba a los pasabolas cuando se lo pedían. Sus ídolos en el arco fueron el ‘Bacán’ Delgado y Adolfo Bolaños.
El apoyo que tuvo desde su infancia fue de su madre, quien le alentó desde las gradas convirtiéndose en la hincha número uno. “Dios quiso que sea jugador de fútbol y estoy agradecido con él por haberme dado ese don para estar dentro de un campo de juego”, declaró el ‘Súper Chiri’.
El mayor agradecimiento que tiene es que la gente le reconozca en las calles por todo lo que dio en la cancha. (D)
