Para qué tanto dinero? / John Tello Jara
Vivimos en una sociedad consumista, de pronto queremos comprar todo lo que hay en nuestro alrededor y, en muchos casos debemos trabajar padre y madre para tener ingresos que permita satisfacer nuestro anhelo por tener casa propia, comida, educación, salud y algo de diversión (misceláneos).
Si, me parece justo trabajar fuerte y honradamente para tener todo lo que necesitamos llevando una vida digna, tal vez incluso podamos instalar un negocio o acumular cierta riqueza; pero que podemos decir de aquellas personas que han logrado amasar fortuna, pero lo han hecho de manera ilícita o antiética, talvez lo hicieron con robo, engaños o quizá aprovechándose de influencias políticas cuando se encontraban dirigiendo “la cosa pública”.
Hago referencia a actos indebidos que se cometen en diversas administraciones y que en realidad se las ve como un acto de “desesperación” por llenarse los bolsillos de dinero sin meditar que debemos rendir cuentas no solo a los órganos de control (Contraloría), sino lo más importante, a la sociedad, nuestra familia, hijos y a nosotros mismo. Podemos preguntarnos, se puede conciliar el sueño, al saber que están tras ellos? Pueden estar tranquilos al saber que sus hijos pueden ser víctimas de secuestro o de extorsión, este fenómeno corrompe a la sociedad y lo hace dócil al dejar de lado los valores y, como que nos desviamos del sentido de nuestra permanencia en la tierra e incumplimos los preceptos divinos, “ de hacier el bien al prójimo”.
Hemos mirado por la pantalla chica y redes sociales (ahora que la tecnología avanza a pasos agigantados) como ex figuras políticas se encuentran detenidas, en la cárcel o prófugos de la justicia, me pregunto si la cantidad de dinero que “saquearon” les devolverá la dignidad y tranquilidad que alguna vez la tuvieron? o simplemente quedarán marcados de por vida.
Con tanto dinero no sabríamos como gastarlo, ¡porque podríamos comprar lo que queramos! sin mediar problemas de pago, pero existe otros actores sociales que preferimos paz y tranquilidad el momento de laborar y hacer patria, no se trata de acumular sino de buscar la felicidad con la familia y sociedad. (O)