Terremoto catastrófico/ Editorial
Como si viéramos una película de terror son las escenas horrorosas del terremoto en Turquía y Siria. Fue un sismo de 7.8 grados en la escala de Richter seguido de otro de menor intensidad y que asolaron a estos dos países. Impotencia, lágrimas, tristeza y momentos de emoción se ven en los sobrevivientes.
Los rescatistas llegan de todo el mundo con equipos especiales y perros entrenados para buscar personas vivas entre los escombros de edificios y casas colapsadas hacen lo imposible para rescatar a los atrapados.
Realmente se escuchan historias o se ven imágenes de niños que soportaron la caída de edificios y salen vivos, rescatados. Se pasa de la tristeza a la alegría cuando se ve salir una persona de los escombros con vida. Las escenas de la destrucción son apocalípticas y día a día la cifra de muertos se cuentan por miles llegando hasta ayer a más de 20.000 fallecidos. El mundo ha sido testigo, a través de videos que circulan, de la magnitud del desastre con edificios colapsando y de gente atrapada pidiendo ayuda.
La naturaleza se ensaño con esta parte del mundo ya que las cicatrices quedaran en el alma de los residentes de estas ciudades devastadas. (O)