Terremoto dejó la lección de solidaridad
La Iglesia y las familias que pasaron el terremoto del cinco de agosto de 1949 recuerdan este holocausto que tuvo como epicentro Pelileo Grande y que dejó muchas lecciones, una de ellas, la importancia de la solidaridad, dio a conocer monseñor Giovanny Pazmiño, obispo de la Diócesis de Ambato.
Anualmente se desarrolla la eucaristía y que en este año se tiene previsto sea a las 14:00 horas con pocas personas y autoridades invitadas. Se recordará las personas fallecidas; así como, las múltiples formas de solidaridad, y se recordará que México envió un hermoso cuadro del Señor de la Misericordia y que se conserva en Pelileo Grande, señaló la autoridad eclesiástica.
El Papa Francisco recuerda a la humanidad que se deben tener dos actitudes en tiempos de pandemia. La primera es que las personas que disponen de mejor situación económica deben tener una vida más austera; es decir, no es el tiempo de gastar, sino de vivir con lo que se tiene.
La segunda recomendación del Santo Padre es vivir en solidaridad; es decir, de la austeridad aprender lo mucho o poco que se tiene, agregó monseñor.
Si estas palabras se aplican a lo que se vivió en el terremoto se puede sacar como conclusión que los sobrevivientes del holocausto las familias pudieron levantarse por la ayuda solidaria de unos con otros. Similar acción debe replicarse entre las personas en estos difíciles momentos de pandemia, agregó monseñor.
Nunca se debe pensar que ‘estamos solos’. El Papa Francisco recuerda que el mundo es como una barca donde estamos todos, o todos se hunden o todos se levantan, pero juntos.
Las personas solidarias que deseen expresar su forma solidaria pueden hacerlo de varias formas, como entregar donativos para el Banco de Alimentos, o el Banco de Medicinas, o recursos económicos y hasta colaborar como personas en las múltiples acciones que se desarrolla en la Pastoral Social de la Diócesis de Ambato que se ubica en la Medalla Milagrosa, que está liderado por el padre Mauro Cuevas, agregó monseñor. (I)