Todo se justifica / Fabricio Dávila Espinoza

Columnistas, Opinión


La mañana del 2 de mayo de 2020, la Universidad de Cuenca se despertó con la novedad de un faltante en sus cuentas. El mismo día, la ministra de Gobierno, señaló que hubo una reducción a todas las universidades y escuelas politécnicas públicas. A su criterio, todo se justifica por la pérdida de ingresos y la necesidad de asignar más recursos al combate de la pandemia.


Las reacciones en contra no se hicieron esperar. Unánimemente, los directivos de las 32 entidades de educación superior dicen que la medida del gobierno los empujará al despido masivo profesores. La posibilidad de bajar los sueldos a los que más ganan, empezando por los rectores, por ahora no se toca. Como siempre, la cuerda se romperá por el lado más débil.

La disposición del Gobierno significa un recorte de 98 millones de dólares. La Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación se pronunció el lunes 4 de mayo, señalando que la educación superior pública se financia con un porcentaje de la recaudación del IVA y del Impuesto a la Renta, lo que implica el 10% menos debido a los bajos ingresos en los dos últimos meses. La reducción está justificada, es más, en tiempos de pandemia todo se justifica.

Las últimas horas, la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional dio los primeros pasos para un nuevo intento de ajusticiamiento político al ministro de Finanzas, Richard Martínez, entre otras cosas, por no observar la prohibición de recortes presupuestarios a las universidades y escuelas politécnicas públicas, durante el estado de excepción. Para esto citan los artículos 162 y 355 de la Constitución, junto con los artículos 33 de la Ley de Educación Superior y 20 de la Ley Educación Intercultural.

Al parecer, no gustó entre los asambleístas el desplante del ministro al no haber asistido a rendir cuentas en la comisión legislativa. No hay que enojarse, Martínez, al igual que el resto de funcionarios del gobierno, debe estar atendiendo la emergencia.  Estamos en pandemia, todo se justifica.

Mientras avanza la crisis de salud; el cierre de empresas y pequeños negocios; la pobreza y muchos otros males, en similares dimensiones crecen las denuncias de corrupción en contra de personas naturales y empresas que sacan provecho en beneficio de tragedia. Pero, como estamos en tiempo de pandemia, todo se justifica. (O)

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