Tradición artesanal en pueblos indígenas
A pesar de la crisis sanitaria, el trabajo textil se mantiene firme en las comunidades indígenas. Esta actividad artesanal es heredada por siglos.
En el barrio Atahualpa de la comunidad de San Luis de Chibuleo reside Juan José Tisalema, artesano que lleva elaborando ponchos de los diferentes pueblos indígenas por más de 20 años.
Esta habilidad textil aprendió de sus padres y abuelos. Desde joven receptó esos conocimientos que le han permitido crecer en su taller.
Al igual que su labor artesanal, los telares tienen su historia. Son cuatro en que ha fabricado no solo ponchos, sino diversidad de prendas de vestir que han sido el sustento de vida.
La confección de un poncho conlleva tiempo y paciencia. Al día elabora cinco que son exhibidos y vendidos en importantes almacenes de Ambato.
Además, son solicitados por entidades financieras indígenas y por extranjeros; es decir, el mercado es amplio, pues, la calidad de los productos es evidente.
El material garantiza durabilidad. Los clientes adquieren prendas indígenas que perdurarán en el tiempo.
Los costos son accesibles de acuerdo a la actual realidad económica. “Para mi ser artesano es un orgullo. Este oficio está siguiendo mis hijos, por lo cual la destreza no se perderá”, dijo.
La comunidad de Chibuleo es un pueblo indígena que se encuentra ubicado en la sierra central del Ecuador perteneciente a los pueblos y nacionalidades Kichwas del Ecuador, al Sur-Oeste de la provincia de Tungurahua, cantón Ambato, parroquia Juan Benigno Vela, en el kilómetro 12 vía Ambato – Guaranda.
Su idioma oficial es el ‘Kichwa’, mantienen su vestimenta, fiestas y tradiciones así como el uso de instrumentos musicales propios: pingullo, rondador, huanca y bocina. Los conocimientos se transmiten en forma oral y práctica.
El origen de su nombre se debe a una planta llamada ‘Chibu’ que mucho antes habitaba en este lugar y ‘leo’ proviene de los descendientes de la cultura Panzaleo de Tungurahua del cual son originarios. Es uno de los grupos étnicos de la provincia que ha sobrevivido a la colonización española.
Su vestimenta se caracteriza en los varones por los ponchos de color rojo que representa a la sangre derramada de los ancestros incas en la lucha heroica en contra de los colonizadores españoles y sombreros, camisa y pantalón de color blanco que representa la pureza de la gente; y en las mujeres por los anacos de color negro que representa la tierra, sombrero blanco, camisa bordado con flores de todos los colores que representa la Pacha Mama (madre naturaleza). (I)