Tres adolescentes retenidos
En una noche fría y tensa, en el caserío Cunuyacu-Pilahuín, tres adolescentes, fueron retenidos, acusados por la comunidad de alterar el orden y promover el consumo de sustancias sujetas a fiscalización.
La alerta llegó a las 21:30 horas, cuando el ECU-911 notificó a la Policía sobre la desaparición de tres adolescentes: uno de 15 y dos de 14 años. Los jóvenes habían sido trasladados al centro de Cunuyacu, donde los dirigentes locales decidieron tomar cartas en el asunto.
Los agentes de la Policía Nacional, acompañados por una madre de dos de los adolescentes y tía del tercero, se dirigieron al lugar señalado. A su llegada, encontraron la casa comunal abarrotada de moradores. El vocal de la comunidad, confirmó que los jóvenes estaban retenidos, mientras se organizaba una reunión para resolver el caso.
Aunque la madre solicitó que se les permitiera verificar el estado de sus hijos, los comuneros, en un acto de firmeza colectiva, negaron el acceso directo a los menores. Apenas a través de una ventana, los uniformados lograron tomar fotografías de los menores.
La madre visiblemente preocupada, aceptó quedarse en la comunidad para asegurar que sus hijos estuvieran a salvo. Sin embargo, su preocupación iba más allá de la situación inmediata. El adolescente de 15 años, el mayor de los tres, había llegado a vivir con ella apenas ocho días antes, escapando de presuntas agresiones físicas y psicológicas en su hogar.
“Lo único que quiero es que este problema se solucione de una vez por todas”, expresó con voz quebrada mientras los comuneros discutían el futuro de los jóvenes en la reunión prevista para el 28 de enero. (I)